p e n s a r l a d e l i c a d e z a
Axel A. Barceló A.
La delicadeza es una metáfora.

Delicadeza: Conocer lo real es padecerlo, no apropiarcelo. En este proceso, el sujeto, no capta al objeto, sino que se abandona en él. Solo así puede superar el nivel instrumental de su propio conocimiento. Deslizando el predominio del paradigma gnoseológico hacia los terrenos de la Ética.

Delicadeza: ( De delicado < lat. delicatus ) 1. Finura. 2. Atención y miramiento con las personas o cosas. 3. Cortesía. 4. Sensibilidad. 5. Apacibilidad. 6. Escrupulosidad.

La delicadeza es exilio sin nostalgia. Es bordear aquello que antes se dominaba con la pura mirada.

La delicadeza es una pausa.

Mantener la distancia es no perder el ritmo.

No hay caída, solo deslizamiento. Fluir. Un movimiento que no es literalmente un transaladarse de un lado a otro, sino un vaiven rítmico. Aceptar y ceder espacio.

La delicadeza es disposición a la escucha. Después de haber hecho un gesto de complicidad con las cosas, dejar que ellas, aún las mas banales, se expresen por sí mismas. Oir responder a las cosas sobre aquello que no tiene respuesta.

Su canto es una rapsodia a varias voces. Proveninte del vacío, se ofrece sólo como una sensación, como un vago y lejano percibir. No dice nada y, sin embargo canta para nosotros en un lenguaje a la par repleto de sentido y privado de significado. En el piadoso lenguaje del destino mas allá de la tragedia.

La delicadeza es pudor.

La distancia crítica, el ponerse fuera de las cosas, con el punto de vista del pensador externo siempre es impúdico.

La delicadeza es otro slogan provisional: ¡ Que el haber perdido el punto de referencia luminoso, único, y estable que nos guiaba no nos deje paralizados !

Retroceder hacia la zona de sombra. Perseguir a la experiencia. Extraviarse. Huir por un sendero ensombrecido. Tratar de mantenernos alejados de la delirante razón que nos persigue.

La delicadeza vaga.

Como toda experiencia, como todo experimento, la delicadeza no puede equipararse a un objeto del conocimiento, no tiene un significado, sino que comporta un distanciamiento, una transfiguración, una retórica, un juego narrativo.

La delicadeza es un riesgo.

Desmantelar el yo pleno que creemos y queremos ser. Abrir en él un vacío habitable. Reconocernos en la narración a varias voces de nuestra experiencia subjetiva.

Tener piedad por el pasado. Devoción por los monumentos. Respeto por las huellas.

La delicadez es laica, tolerante y plural. No es verdad. No se sabe y tampoco se puede creer en ella. La delicadeza es débil, porque si fuera fuerte, llevaría al escepticismo, al relativismo y el nihilismo. La delicadeza es débil, porque su fuerza es patológica y autodestructiva.

La delicadeza es una afirmación desconcertante que nada explica, pero que colma al ambiente de atractivo y de misterio.

La delicadeza se repite. Es un evento.

La delicadeza se rememora.

Enviar. Transmitir. Deformar. Retomar. Motivar el llamado a la correspondencia.

m a r g i n a l e s

La delicadeza corresponde al lenguaje lírico. Se escribe en él. Sus términos, aunque irreemplazables, no pueden dejar de repetirse. Como un poema, la delicadeza sólo puede aprenderse de memoria. Y es ahei, en la memoría, donde ella se celebra. La fiesta de la memoria parece ser su único motivo.

La delicadeza se piensa.

Devolver el espacio que nos había sido cedido. En el oscilar, la distinción entre los extremos se convierte en un espectro continuo. La correspondencia no engendra mas dualismos.

El yo se pierde. El sujeto erra. Cada uno trata de rescatar al otro. ¿ Cómo es posible que podamos olvidarnos de él ? A ese hombre debemos salvarlo...

No hay sonido mas delicado que el lejano repiquetear de las campanas en el Castillo de Kafka.

Resonancia. Eco. Dispersión del sonido. Escritura en el aire. Huella de la voz. Patricidio y arrepentimiento alternándose y repitieendose una sola vez. Debe confesarse que el yo no es otra cosa más que un eco.

La delicadeza sucede, acaece, decae.

La delicadeza es sentencia. Se formula. Como tal, la delicadeza es una tautología: No hace mas que repetir las reglas que posibilitan su propia afirmación.

La delicadeza es "algo" que se hace con palabras. No es una práctica, sino un performance. No responde a una pragmática, sino a una retórica. Mas que una acción, es un acto. Tan erótico y teatral como lingüistico.

El pudor no es censura, porque no tacha lo obsceno, sino que lo abre. Lo obsceno abierto deja de ser tal. Pierde la dimensión extra que lo hacía parecer real. Vuelve la imágen a la superficie del espejo. Con prudencia, con decoro, con recato.

Su ámbito no es el de lo pornográfico, sino el de lo erótico, de lo violento. La delicadeza pervierte las promesas. La delicadeza es desafortunada. Su mayor provocación es no querer provocar.

La delicadeza no se resigna a ser.