CM (11) - Hua I 64

Dieses mir vermöge solcher èpoqué (Q.V.) notwendig verbleibende Ich und sein Ich-Leben ist nicht ein Stück der Welt, und sagt es: "Ich bin, ego cogito", so heißt das nicht mehr: Ich, dieser Mensch, bin. Nicht mehr bin ich der sich in der natürlichen Selbsterfahrung als Mensch vorfindende und, in der abstraktiven Einschränkung20 auf die puren Bestände der inneren, der rein psychologischen Selbsterfahrung, der seine eigene reine mens sive animus sive intellectus vorfindende Mensch bzw. die für sich herausgefaßte Seele selbst. In dieser natürlichen Weise apperzipiert, bin ich und sind alle sonstigen Menschen Themen der im gewöhnlichen 25Sinne objektiven oder positiven Wissenschaften, der Biologie, Anthropologie, darin beschlossen auch der Psychologie. Das Seelenleben, von dem die Psychologie spricht, ist ja allzeit gemeint gewesen und gemeint als Seelenleben in der Welt. Das gilt offenbar auch von dem eigenen, das in der rein inneren Erfahrung erfaßt30 und betrachtet wird.
CM (11) 67 - Hua I 64

Este yo que me queda necesariamente en virtud de semejante èpoqué (Q.V.) y su vida de yo, no es un trozo del mundo, y cuando digo que yo existo, ego cogito, esto ya no significa que existo yo, este ser humano. Yo no soy ya el ser humano que se encuentra a sí mismo como ser humano en la experiencia natural del yo, ni el ser humano que se encuentra con su propia y pura /68/mens sive intellectus sive animus al estrecharse en abstracto a los puros contenidos de la experiencia "interior" o puramente psicológica del yo. Apercibidos de este "modo natural", somos yo y todos los demás hombres temas de las ciencias positivas u objetivas en el sentido corriente: de la biología, la antropología, y como incluida en ellas, también de la psicología. La vida psíquica de que habla la psicología ha sido entendida en todo tiempo, y sigue siéndolo, como vida psíquica en el mundo. Esto también vale, como es patente, para la propia, la que se aprehende y considera en la pura experiencia interior.