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Also 20im konsequenten Vollzug der phänomenologischen Reduktion verbleibt uns noetisch das offen endlose reine Bewußtseinsleben, und auf seiten seines noematischen Korrelats die vermeinte Welt rein als solche. So kann das phänomenologisch meditierende Ich nicht nur in Einzelheiten, sondern in Universalität unbeteiligter 25Zuschauer seiner selbst werden, und darin beschlossen aller Objektivität, die für es ist, und so wie sie für es ist. Offenbar kann gesagt werden: Ich als natürlich eingestelltes Ich bin auch und immer transzendentales Ich, aber ich weiß darum erst durch Vollzug der phänomenologischen Reduktion
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Así pues, al llevar consecuentemente a cabo la reducción fenomenológica, perdura para nosotros, noéticamente, la vida pura, abierta e infinita de la conciencia, y del lado del correlato noemático de ésta, el mundo presumido, puramente en cuanto tal. De esta manera puede el yo que medita fenomenológicamente llegar a ser, no sólo en algunas particularidades, sino con universalidad, "espectador desinteresado" de sí mismo, y como incluido en esto, de toda objetividad que "exista" para él, y tal como exista para él. Paladinamente, puede decirse: yo, el yo en actitud natural, soy también y siempre un yo trascendental, pero de esto únicamente sé cuando llevo a cabo la reducción fenomenológica.