CM (16) - Hua I 76

Offenbar ist, wie für eine transzendental-deskriptive Egologie, so für eine (als psychologische Fundamentaldisziplin notwendig25 durchzuführende) reine Innenpsychologie, deskriptiv (und wirklich ganz ausschließlich) aus innerer Erfahrung geschöpft, kein anderer Anfang als der mit dem ego cogito. Bei dem Versagen aller neuzeitlichen Versuche, psychologische und philosophische Bewußtseinslehre zu unterscheiden, ist diese Bemerkung30 von größter Wichtigkeit. Es heißt sich also den Zugang zu beiden versperren, wenn man, von der noch allherrschenden Tradition des Sensualismus mißleitet, den Anfang mit einer Empfindungslehre macht. Darin liegt: Man deutet vorweg das Bewußtseinsleben in vermeintlicher Selbstverständlichkeit als eine 35Komplexion von Daten äußerer und (günstigstenfalls) auch innerer Sinnlichkeit, für deren Verbindung zu Ganzheiten man dann [77]die Gestaltqualitäten sorgen läßt. Um den Atomismus abzutun, fügt man noch die Lehre bei, daß in diesen Daten die Gestalten notwendig fundiert, also die Ganzen den Teilen gegenüber das an sich frühere sind. Aber die radikal anfangende deskriptive Bewußtseinslehre5 hat nicht solche Daten und Ganze vor sich, es sei denn als Vorurteile.
CM (16) 85 - Hua I 76

Notoriamente, lo mismo que para una egología descriptivo-trascendental,/86/ tampoco para una "pura psicología interior"---descriptiva y exclusivamente sacada en efecto de la experiencia interior, y absolutamente necesaria como disciplina psicológica fundamental--- hay otro comienzo que el que parte del ego cogito. Esta observación es de la mayor importancia, dado el fracaso de todos los intentos hechos en los tiempos modernos para distinguir la teoría psicológica y la teoría filosófica de la conciencia. Es, por tanto, cerrarse el acceso a ambas el comenzar con una teoría de la sensación, extraviados por la tradición del sensualismo, todavía universalmente imperante. Ello implica interpretar por adelantado, y como si fuese cosa comprensible de suyo, la vida de la conciencia como un cúmulo de datos de una "sensibilidad externa" y (en el caso más favorable) también "interna", de conectar a los cuales en todos se encarga luego [77]a las "cualidades figurales". Para borrar el "atomismo" se agrega aún la teoría de que las "figuras" están necesariamente fundadas en aquellos datos, o sea, que los todos son lo anterior en sí por respecto a las partes. Pero la teoría de la conciencia que empieza de un modo radical y se limita a describir, no tiene delante de sí tales datos ni todos, como no sea en forma de prejuicios.