CM (27) - Hua I 96

Schon daraus geht hervor, daß die einzelne Evidenz für uns noch kein bleibendes Sein schafft. Jedes Seiende ist in einem weitesten Sinne "an sich" und hat sich gegenüber das zufällige Für-mich der einzelnen Akte, und ebenso ist jede Wahrheit in diesem weitesten Sinne "Wahrheit an sich". Dieser weiteste Sinn des An-sich10 verweist also auf Evidenz, aber nicht auf eine Evidenz als Erlebnistatsache, sondern auf gewisse im transzendentalen Ich und seinem Leben begründete Potentialitäten, zunächst auf diejenige <der> Unendlichkeit auf ein und dasselbe synthetisch bezogener Meinungen überhaupt, dann aber auch diejenige ihrer 15Bewährung, also auf potentielle, als Erlebnistatsachen ins Unendliche wiederholbare Evidenzen.
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Ya de esto resulta que la evidencia aislada todavía no crea para nosotros un ser permanente. Todo ente es en sí en un sentido amplísimo y se tiene frente al accidental para mí de los actos aislados. Igualmente es toda verdad en este /113/amplísimo sentido una "verdad en sí". Este amplísimo sentido del "en sí" alude, pues, a la evidencia, pero no a una evidencia como hecho de la vida de conciencia, sino a ciertas potencialidades, fundadas en el yo trascendental y en su vida; ante todo a las de la infinidad de asunciones, en general, sintéticamente referidas a uno y el mismo objeto, pero también a las de la verificación de éstas, o sea, a evidencias potenciales, susceptibles de reproducirse hasta lo infinito como hechos de la vida de la conciencia.