CM (32) - Hua I 101

Ich selbst, der in seinem bleibenden Willen Verharrende, ändere mich, wenn ich Entschlüsse oder 20Taten durchstreiche, aufhebe. Das Verharren, das zeitliche Dauern solcher ichlichen Bestimmtheiten und das ihnen eigentümliche Sich-verändern besagt offenbar keine kontinuierliche Füllung der immanenten Zeit mit Erlebnissen, wie denn das bleibende Ich selbst als Pol bleibender Ich-Bestimmtheiten kein Erlebnis25 und keine Erlebniskontinuität ist, obschon doch wesensmäßig mit solchen habituellen Bestimmtheiten zurückbezogen auf den Erlebnisstrom.
CM (32) 121 - Hua I 101

Yo mismo, el insistente en mi voluntad duradera, me mudo cuando "borro", anulo, resoluciones o acciones. La persistencia, la perduración temporal de tales determinaciones del yo, y el "mudarse" que les es peculiar, no quieren decir, como es patente, que el tiempo inmanente esté llenándose sin interrupción con vivencias, pues que el permanente yo mismo, en cuanto polo de permanentes determinaciones privativas de él, no es ninguna vivencia, ni ninguna continuidad de vivencias, si bien con semejantes determinaciones habituales está esencialmente referido a la corriente de las vivencias.