CM (37) - Hua I 109

wenn wir gesagt haben, daß in der Konstitution des ego alle Konstitutionen aller für es seienden Gegenständlichkeiten, immanenter wie transzendenter, idealer wie realer, beschlossen sind, so ist jetzt beizufügen, daß die konstitutiven Systeme, durch die für das 30ego die und jene Gegenstände und Gegenstandskategorien sind, selbst nur im Rahmen einer gesetzmäßigen Genesis möglich sind. Zugleich sind sie dabei gebunden durch die universale genetische Form, die das konkrete ego (die Monade) als Einheit, als in ihrem besonderen Seinsgehalt kompossibel möglich macht. Daß für 35mich eine Natur ist, eine Kulturwelt, eine Menschenwelt mit ihren sozialen Formen usw., besagt, daß Möglichkeiten entsprechender Erfahrungen für mich bestehen --- als für mich jederzeit [110]ins Spiel zu setzende, in gewissem synthetischen Stil frei fortzuführende, ob ich gerade solche Gegenstände wirklich erfahre oder nicht; in weiterer Folge, daß ihnen entsprechende andere Bewußtseinsmodi, vage Meinungen und dgl., als Möglichkeiten 5für mich sind und daß ihnen auch Möglichkeiten zugehören, sie durch Erfahrungen vorgezeichneter Typik zu erfüllen oder zu enttäuschen. Darin liegt eine fest ausgebildete Habitualität --- eine ausgebildete, aus einer gewissen, unter Wesensgesetzen stehenden Genesis erworbene.
CM (37) 131 - Hua I 109

Hemos dicho que en la constitución del ego están encerradas todas las constituciones de todos los objetos existentes para él, inmanentes y trascendentes, ideales y reales; ahora hay que añadir que los sistemas constituyentes/132/ en virtud de los cuales existen para el ego estos y aquellos objetos y categorías de objetos, sólo son a su vez posibles dentro del marco de una génesis regida por leyes. Al par están ligados por la forma genética universal que hace posible al ego concreto (la mónada) en cuanto unidad, en cuanto composible en su particular contenido real. La existencia para mí de una naturaleza, de un mundo de la cultura, de un mundo de seres humanos con sus formas sociales, etcétera, quiere decir que existen para mí posibilidades de experiencias correspondientes, como susceptibles de entrar para mí [110]en juego en todo momento, de ser desarrolladas libremente en cierto estilo sintético, tenga o no en realidad experiencia justamente de tales objetos. Quiere decir, además, que son posibles para mí otros modos de conciencia correspondientes a ellos, asunciones vagas, etcétera, y que les pertenecen también posibilidades de confirmación o decepción por obra de experiencias de un tipo trazado de antemano. En ello radica, por consiguiente, una habitualidad sólidamente desarrollada, una habitualidad que ha sido adquirida en una cierta génesis sometida a leyes esenciales.