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Andrerseits gehören hierher20 [Gehörigkeit zur Selbsteigenheit: (Q.V.)] aber auch transzendente Gegenstände, z.B. die Gegenstände der äußeren Sinnlichkeit, Einheiten von Mannigfaltigkeiten sinnlicher Erscheinungsweisen --- wenn ich dabei als ego rein das in Betracht ziehe, was als erscheinendes Raumgegenständliches wirklich original durch meine selbsteigene Sinnlichkeit, meine 25selbsteigenen Apperzeptionen als von ihnen selbst konkret unabtrennbar konstituiert ist. Wir sehen sofort, daß in diese Sphäre die gesamte von uns früher durch Ausschaltung der Sinneskomponenten des Fremden reduzierte Welt gehört und daß sie somit rechtmäßig zum positiv definierten30 konkreten Bestande des ego als ihm Eigenes zu rechnen ist. Sowie wir die intentionalen Leistungen der Einfühlung, der Fremderfahrung außer Betracht halten, haben wir eine Natur und eine Leiblichkeit, die sich zwar als raumgegenständliche und gegenüber dem Erlebnisstrom transzendente Einheit konstituiert, 35aber als bloße Mannigfaltigkeit von Gegenständlichkeiten möglicher[135] Erfahrung, wobei diese Erfahrung rein mein eigenes Leben ist und das darin Erfahrene nichts weiter als eine synthetische Einheit, die von diesem Leben und seinen Potentialitäten unabtrennbar ist.
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Pero, por otra parte, caen también dentro del alcance de esto [la pertenencia a lo mío propio: (Q.V.)] "objetos trascendentes"; por ejemplo, los objetos de la sensibilidad "externa" (unidades de multiplicidades/166/ de modos sensibles de aparecer), si tomo en consideración, en tanto que ego, puramente lo que, como objeto fenoménico espacial, está constituido de modo verdaderamente originario por mi sensibilidad propia, por mis apercepciones propias, como concretamente inseparable de ellas mismas. Vemos al instante que pertenece a esta esfera el mundo entero que antes hemos reducido eliminándole los componentes de su sentido que son de lo ajeno; y que, por tanto, todo este mundo hay legítimamente que contarlo entre el acervo concreto positivamente definido del ego, como cosa suya propia. Así como mantenemos fuera de la consideración los rendimientos intencionales de la "endopatía", de la experiencia del otro, tenemos una naturaleza y una corporalidad que se constituye, es cierto, como unidad objetiva espacial y trascendente frente a la corriente de vivencias, pero como mera multiplicidad de objetos [135]de experiencia posible; siendo aquí esta experiencia puramente mi propia vida, y lo experimentado en ella, nada más que una unidad sintética que es inseparable de esta vida y sus potencialidades.