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Der Sinn dieser Einzigkeit der monadologischen Welt und der ihr eingeborenen objektiven Welt muß aber recht verstanden werden.30 Natürlich hat Leibniz recht, wenn er sagt, daß unendlich viele Monaden und Monadengruppen denkbar sind, aber darum nicht alle diese Möglichkeiten kompossibel, und wieder, daß unendlich viele Welten hätten geschaffen sein können, aber nicht mehrere zugleich, da sie inkompossibel sind. Es ist hier zu 35beachten, daß ich zunächst mich selbst, dieses apodiktisch-faktische ego, in freier Variation umdenken kann, und so das System der Möglichkeitsabwandlungen meiner selbst gewinnen, deren jede aber durch jede andere und durch das ego, das ich wirklich bin, aufgehoben ist. Es ist ein System apriorischer Inkompossibilität.[168] Ferner, das Faktum Ich bin schreibt vor, ob und welche anderen Monaden für mich andere sind; ich kann sie nur finden, aber nicht, welche für mich sein sollen, schaffen. Denke ich mich in eine reine Möglichkeit um, so schreibt auch sie wieder vor, welche5 Monaden für sie als andere sind. Und so weitergehend erkenne ich, daß jede Monade, die als konkrete Möglichkeit Geltung hat, ein kompossibles Universum, eine geschlossene Monadenwelt vorzeichnet, und daß zwei Monadenwelten in derselben Art inkompossibel sind wie zwei Möglichkeitsabwandlungen meines 10ego und ebenso irgendeines vorausgesetzt gedachten ego überhaupt.
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Hay, sin embargo, que entender bien el sentido de este carácter de únicos que tienen el mundo monadológico y el mundo objetivo que le es "innato". Desde luego, Leibniz lleva razón cuando dice que es pensable una pluralidad infinita de mónadas y de grupos de mónadas, pero que no por ello son composibles todas estas posibilidades; y también cuando dice que podría haber sido "creada" una infinita pluralidad de mundos, pero que no podrían haberlo sido varios a la vez, puesto que no son composibles. En este punto, hay que atender a que yo puedo, en primer lugar, pensarme modificado en variación libre a mí mismo, a este ego fáctico-apodíctico; y que puedo obtener así el sistema de las modificaciones posibles de mí mismo ---cada una de las cuales, sin embargo, es abolida por cada una de las demás y por el ego que soy realmente---. Se trata de un sistema de [168]incomposibilidad apriorístico. Además, el factum "yo soy" prescribe si hay mónadas que sean para mí otras y cuáles otras lo son. Yo no puedo más que encontrarlas, pero no puedo crear a las que ha de haber para mí. Si me pienso modificado en una posibilidad pura, ésta vuelve también a prescribir qué mónadas existen para ella en tanto que otras. Y, yendo así delante, llego al conocimiento de que cada mónada que tiene validez en cuanto posibilidad concreta predelinea un universo composible, un "mundo de mónadas" cerrado; y reconozco que dos mundos de mónadas son incomposibles del mismo modo que dos variantes posibles de mi ego (e, igualmente, de cualquier ego en absoluto que se presuponga pensado).