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Offenbar ist nun also, wie für die transzendentale Phänomenologie so für die ihr parallele intentionale Psychologie (als positive Wissenschaft), durch unsere Darstellung eine fundamentale Struktur vorgezeichnet, eine Scheidung der parallelen eidetisch-psychologischen Untersuchungen in 15solche, die das konkret Eigenwesentliche einer Seele überhaupt intentional auslegen, und solche, welche die Intentionalität des in ihr sich konstituierenden Fremden auslegen. Der ersteren Forschungssphäre gehört das Haupt- und Grundstück der intentionalen Auslegung der Weltvorstellung an, genauer gesprochen, des innerhalb20 der menschlichen Seele auftretenden Phänomens der daseienden Welt, als Welt der universalen Erfahrung: wird diese Erfahrungswelt reduziert auf die in der einzelnen Seele primordinal konstituierte, so ist sie nun nicht mehr jedermanns Welt, nicht mehr die aus vergemeinschafteter menschlicher Erfahrung 25ihren Sinn empfangende, sondern das intentionale Korrelat ausschließlich des einzelseelischen, zunächst meines erfahrenden Lebens, und seiner stufenweisen Sinnbildungen in primordinaler Originalität. Ihnen nachgehend, hat die intentionale Explikation diesen primordinalen Kern der phänomenalen Welt konstitutiv 30verständlich zu machen, den jeder von uns Menschen, und vor allem jeder Psychologe, durch die früher beschriebene Ausschaltung der Sinnesmomente der Fremdheit gewinnen kann. Abstrahieren wir in dieser primordinalen Welt von dem in ihr reduziert auftretenden psychophysischen Wesen Ich-Mensch, so verbleibt die 35primordinale bloße Natur als Natur meiner eigenen bloßen Sinnlichkeit. Hier tritt als Urproblem des psychologischen Ursprungs der Erfahrungswelt das des Ursprungs des Dingphantoms oder Sinnendings mit seinen Schichten (Sehding usw.) und deren synthetischer Einheit <hervor>. Es ist (immer im Rahmen dieser primordinalen[172] Reduktion) rein als Einheit sinnlicher Erscheinungsweisen und ihrer Synthesen gegeben. Das Dingphantom in seinen synthetisch zusammengehörigen Abwandlungen von Nahding und Fernding ist noch nicht das reale Ding der primordinalen seelischen5 Sphäre, das sich vielmehr, und schon hier, höherstufig als kausales Ding, als identisches Substrat (Substanz) kausaler Eigenschaften konstituiert. Substantialität und Kausalität bezeichnen offenbar höherstufige Probleme der Konstitution. Das konstitutive Problem des Sinnendinges und der ihm im Grunde wesentlichen10 Räumlichkeit und Raumzeitlichkeit ist nun die soeben angedeutete Problematik, die nur den synthetischen Zusammenhängen der Dingerscheinungen (Apparenzen, perspektivischen Aspekten) deskriptiv nachfragt, und zwar einseitig; die Gegenseite ist die intentionale Rückbeziehung der Erscheinungen auf 15den fungierenden Leib, der seinerseits in seiner Selbstkonstitution und in der ausgezeichneten Eigenheit seines konstitutiven Erscheinungssystems beschrieben werden muß.
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Ahora bien, está evidentemente diseñada por nuestra exposición una estructura fundamental, tanto para la fenomenología trascendental como para su paralelo, la psicología intencional (en cuanto ciencia "positiva"): una división de las investigaciones eidético-psicológicas en aquellas que exponen intencionalmente la esfera de lo concretamente propio por esencia de un alma, y las que exponen la intencionalidad de lo ajeno que se constituye en aquella. A la primera esfera de investigaciones pertenece el fragmento /214/capital y fundamental de la exposición intencional de la "representación del mundo"; dicho con más precisión: del "fenómeno" ---que aparece dentro del alma humana--- del mundo existente en tanto que mundo de la experiencia universal. Si se reduce este mundo empírico al constituido primordialmente en el alma singular, ya no es entonces el mundo de todos y cualesquiera, el que recibe su sentido a partir de la experiencia humana mancomunada; sino que es el correlato intencional exclusivamente de la vida de experiencia anímica singular ---y, en primer lugar, de la mía--- y de sus formaciones graduales de sentido en originalidad primordial. Yendo tras éstas, la explicitación intencional tiene que hacer constitutivamente inteligible este núcleo primordial del mundo fenoménico al que cada uno de nosotros los hombres y, sobre todo, cada psicólogo puede acceder mediante la desconexión de los elementos de sentido de "lo ajeno" que arriba se describió. Si en este mundo primordial hacemos abstracción del ser psicológico yo-hombre que en él aparece reducido, queda entonces la mera naturaleza primordial en cuanto naturaleza de mi propia "mera sensibilidad". Aquí se alza como problema primero del origen psicológico del mundo empírico el del origen del "fantasma de la cosa" o "cosa de los sentidos", con sus estratos (cosa visual, etcétera) y la unidad sintética de éstos. Está dada (siempre en el marco de esta [172]reducción primordial) puramente como unidad de modos fenoménicos sensibles y de sus síntesis. El fantasma de la cosa, en sus variaciones sintéticamente conexas "cosa de cerca" y "cosa de lejos", no es aún la "cosa real" de la esfera anímica primordial; la cual, más bien, y ya aquí, se constituye en un nivel superior como cosa causal, como sustrato (sustancia) idéntico de propiedades causales. Sustancialidad y causalidad designan, evidentemente, problemas de la constitución de orden superior. Ahora bien, el problema constitutivo de la cosa de los sentidos y de la espacialidad y la espaciotemporalidad que le son en el fondo esenciales /215/es la problemática recién aludida, que sólo interpela descriptivamente a los nexos sintéticos de los fenómenos de la cosa (a las "apariencias", a los aspectos en perspectiva), y ello unilateralmente. El reverso es la referencia intencional retroactiva de los fenómenos al cuerpo actuante, el cual, por su parte, tiene que ser descrito en su autoconstitución y en la notable peculiaridad de su sistema fenoménico constitutivo.