CM (64) - Hua I 182

Schließlich möchte ich, um kein Mißverständnis aufkommen zu lassen, darauf hinweisen, daß die Phänomenologie, wie wir schon 5früher ausgeführt haben, nur jede naive und mit widersinnigen Dingen an sich operierende Metaphysik ausschließt, nicht aber Metaphysik überhaupt, und daß sie nicht etwa die die alte Tradition in der verkehrten Fragestellung und Methode innerlich treibenden Problemmotive vergewaltigt und keineswegs10 sagt, daß sie vor den "höchsten und letzten" Fragen halt macht. Das an sich erste Sein, das jeder weltlichen Objektivität vorangehende und sie tragende, ist die transzendentale Intersubjektivität, das in verschiedenen Formen sich vergemeinschaftende All der Monaden. Aber innerhalb der faktischen monadischen 15Sphäre, und als ideale Wesensmöglichkeit in jeder erdenklichen, treten alle die Probleme der zufälligen Faktizität, des Todes, des Schicksals auf, der in einem besonderen Sinne als "sinnvoll" geforderten Möglichkeit eines "echten" menschlichen Lebens, darunter also auch die Probleme des "Sinnes" der Geschichte,20 und so weiter aufsteigend. Wir können auch sagen, es sind die ethisch-religiösen Probleme, aber gestellt auf den Boden, auf den alles, was für uns soll möglichen Sinn haben können, eben gestellt sein muß.
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Para no dar lugar a ninguna mala interpretación, querría por último indicar que, tal como ya hemos expuesto arriba, la fenomenología sólo excluye a toda metafísica ingenua y que opera con absurdas cosas en sí, pero no a toda metafísica en absoluto; y que no hace violencia, por ejemplo, a los motivos problemáticos que, con planteamiento y método equivocados, dan impulso interior a la tradición antigua; y que en modo alguno dice que ella se detiene ante las cuestiones "supremas y últimas". El ser primero en sí, que precede a toda objetividad mundanal y la soporta, es la intersubjetividad trascendental, el todo de las mónadas, que se asocia en comunidad en distintas formas. Pero dentro de la esfera fáctica de las mónadas ---y, como posibilidad esencial ideal, en toda esfera monádica pensable--- surgen todos los problemas de la facticidad accidental, de la muerte, del destino (de la posibilidad ---exigida, en una acepción especial, como "plena de sentido"--- de una vida humana "auténtica"; y, entre estos problemas, también los del "sentido" de la historia) y así en progresión ascendente. Podemos decir también que son los problemas ético-religiosos, pero planteados sobre la base sobre la que tiene justamente que ser planteado todo /231/cuanto haya de poder tener posible sentido para nosotros.