CM (9) - Hua I 61

Daß das ego sum bzw. sum cogitans apodiktisch auszusprechen ist, daß wir also einen ersten apodiktischen Seinsboden unter die Füße bekommen, das hat bekanntlich schon Descartes gesehen, er betont ja die Zweifellosigkeit des Satzes und daß selbst ein Ich zweifle schon das 25Ich bin voraussetzen würde. Dabei handelt es sich auch bei ihm um dasjenige Ich, das seiner selbst inne ist, nachdem es die Erfahrungswelt als möglicherweise zu bezweifelnde außer Geltung gesetzt hat. Es ist nach unseren präzisierenden Ausführungen klar, daß der Sinn der Zweifellosigkeit, in der das ego durch die 30transzendentale Reduktion zur Gegebenheit kommt, wirklich dem von uns früher ausgelegten Begriff der Apodiktizität entspricht.
CM (9) 63 - Hua I 61

Que el ego sum, o el sum cogitans, puede calificarse de apodíctico; que encontramos por ende bajo nuestros pies una primera base apodíctica de realidad, es cosa vista ya, /64/como es sabido, por Descartes, el cual pone de relieve la indubitabilidad de la proposición, y que incluso el "yo dudo" presupone el "yo existo". Por lo demás, también para él se trata de aquel yo que es íntimamente dueño de sí mismo, después de haber invalidado el mundo de la experiencia, en cuanto que es posible dudar de él. Está claro, después de las consideraciones que hemos hecho precisando las cosas, que el sentido de la indubitabilidad en que viene a darse el ego por medio de la reducción trascendental, responde efectivamente al concepto de la apodicticidad expuesto por nosotros antes.