I1 (111) - Hua III/1 251

15So oft wir irgendwelche Gegenstände vergegenwärtigt haben --- nehmen wir gleich an, es sei eine bloße Phantasiewelt, und wir seien ihr aufmerksam zugewendet --- dann gilt es als zum Wesen des phantasierenden Bewußtseins gehörig, daß nicht nur diese Welt, sondern auch zugleich das sie "gebende" Wahrnehmen 20phantasiert ist. Ihr sind wir zugewendet, dem "Wahrnehmen in der Phantasie" (d.i. der Neutralitätsmodifikation der Erinnerung) aber nur dann, wenn wir, wie früher besprochen worden, "in der Phantasie reflektieren". Es ist aber von fundamentaler Bedeutung, diese idealiter jederzeit mögliche Modifikation, die jedes 25Erlebnis, auch das phantasierende selbst, in die genau entsprechende bloße Phantasie oder, was dasselbe, in die neutralisierte Erinnerung überführen würde, nicht zu verwechseln mit derjenigen Neutralitätsmodifikation, die wir jedem "setzenden" Erlebnis gegenüberstellen können. In dieser Hinsicht ist die 30Erinnerung ein ganz spezielles setzendes Erlebnis. Ein anderes ist die normale Wahrnehmung, wieder ein anderes das perzeptive oder {226}reproduktive Möglichkeits-, Wahrscheinlichkeits-, Fraglichkeitsbewußtsein, das Bewußtsein des Zweifels, der Negation, Affirmation, Ansetzung usw.
I1 (111) 262 - Hua III/1 251

Tantas veces cuantas nos hemos representado cualesquiera objetos ---supongamos que sea un mero mundo de la fantasía y que nosotros hayamos vuelto la atención hacia él--- es una afirmación válida, como inherente a la esencia de la conciencia que fantasea, la de que no sólo este mundo, sino a la vez el percibir que lo "da" está fantaseado. Estamos vueltos hacia el mundo, pero al "percibir en la fantasía" (esto es, a la modificación de neutralidad de la representación) sólo cuando, como hemos dicho antes, "reflexionamos en la fantasía". Pero es de fundamental importancia no confundir esta modificación idealiter posible en todo momento, que haría pasar a toda vivencia, incluso a la misma que fantasea, a ser la mera fantasía exactamente respectiva, o lo que es lo mismo, a ser la representación neutralizada, con aquella modificación de neutralidad que podemos enfrentar a toda vivencia "ponente". En este respecto es la representación una vivencia ponente enteramente especial. Otra cosa es la percepción normal y de nuevo otra la conciencia perceptiva o reproductiva de posibilidad, probabilidad, cuestionabilidad, la conciencia de la duda, de la negación, afirmación, suposición, etc.