I1 (113) - Hua III/1 255

Das ursprüngliche Zeitbewußtsein selbst fungiert wie ein Wahrnehmungsbewußtsein und hat sein Gegenstück in einem entsprechenden Phantasiebewußtsein.

Dieses allumspannende Zeitbewußtsein ist aber selbstverständlich35 kein kontinuierliches immanentes Wahrnehmen im prägnanten Sinne, d.i. in dem eines aktuell setzenden Wahrnehmens, welches ja selbst ein Erlebnis in unserem Sinne, ein in der immanenten Zeit Liegendes, gegenwärtig Dauerndes, im Zeitbewußtsein Konstituiertes ist. Mit anderen Worten, es ist [256]selbstverständlich nicht ein kontinuierliches inneres Reflektieren, in dem die Erlebnisse im spezifischen Sinne gesetzte, aktuell als seiend erfaßte gegenständlich würden.

I1 (113) 266 - Hua III/1 255

La conciencia primitiva del tiempo funciona de suyo como una conciencia perceptiva y tiene un contrapolo en una correspondiente conciencia de fantasía.

Pero esta conciencia omnicomprensiva del tiempo no es, como de suyo se comprende, un continuo percibir inmanente en su pleno sentido, esto es, en el de un percibir actualmente ponente, el cual es una vivencia en nuestro sentido, algo inserto en el tiempo inmanente, algo que dura en el presente, algo constituido en la conciencia del tiempo. Con otras palabras, [256]no es, como de suyo se comprende, un continuo reflexionar interno, en el que las vivencias, puestas en sentido específico, actualmente aprehendidas como existentes, resultarían objetivas.