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40Das intentionale Erlebnis hat, so pflegt man zu sagen, "Beziehung auf Gegenständliches"; man sagt aber auch, es [299]sei "Bewußtsein von etwas", z.B. Bewußtsein von einem blühenden Apfelbaum, dem hier in diesem Garten. Wir werden es zunächst nicht für nötig halten, angesichts solcher Beispiele die beiden Redeweisen auseinanderzuhalten. Erinnern wir uns an 5unsere vorausgegangenen Analysen, so finden wir die volle Noesis bezogen auf das volle Noema, als ihr intentionales und volles Was. Es ist dann aber klar, daß diese Beziehung nicht diejenige sein kann, welche in der Rede von der Beziehung des Bewußtseins auf sein intentional Gegenständliches gemeint ist; denn jedem noetischen10 Moment, speziell jedem thetisch-noetischen, entspricht ein Moment im Noema, und in diesem scheidet sich gegenüber dem Komplex thetischer Charaktere der durch sie charakterisierte noematische Kern. Erinnern wir uns ferner an den "Blick auf", der unter Umständen durch die Noese hindurchgeht (durch das 15aktuelle cogito), der die spezifisch thetischen Momente in Strahlen der Setzungsaktualität des Ich verwandelt, und achten wir genau darauf, wie dieses Ich sich nun mit ihnen als seinserfassendes, oder vermutendes, wünschendes usw. auf Gegenständliches "richtet", wie sein Blick durch den noematischen Kern hindurchgeht --- so 20werden wir darauf aufmerksam, daß wir mit der Rede von der Beziehung (und speziell "Richtung") des Bewußtseins auf sein Gegenständliches verwiesen werden auf ein innerstes {269}Moment des Noema. Es ist nicht der eben bezeichnete Kern selbst, sondern etwas, das sozusagen den notwendigen Zentralpunkt des Kerns 25ausmacht und als "Träger" für ihm speziell zugehörige noematische Eigenheiten fungiert, nämlich für die noematisch modifizierten Eigenschaften des "Vermeinten als solchen".
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La vivencia intencional tiene, así se suele decir, una "referencia a un objeto"; también se dice [299]que es "conciencia de algo", por ejemplo, conciencia de un manzano en flor, el que está aquí en este jardín. Por el pronto no consideraremos necesario distinguir entre las dos maneras de expresarse, a la vista de tales ejemplos. Si recordamos nuestros anteriores análisis, encontramos la plena nóesis referida al pleno nóema como su "lo que" intencional y pleno. Pero claro es que esta referencia no puede /310/ser aquella que se mienta cuando se habla de la referencia de la conciencia a su objeto intencional; pues a cada elemento noético, especialmente a cada elemento noético-tético, corresponde un elemento en el nóema, y en éste se distingue del complejo de los caracteres téticos el núcleo noemático caracterizado por ellos. Si recordamos, además, la "mirada a" que en ciertas circunstancias pasa a través de la nóesis (a través del cogito actual), que convierte los elementos específicamente téticos en rayos de la actualidad ponente del yo, y si nos fijamos exactamente en cómo este yo se "dirige" en ellos a un objeto en cuanto aprehende el ser o conjetura, desea, etc., en cómo su mirada pasa a través del núcleo noemático ---caeremos en la cuenta de que con la expresión "referencia" (en especial, "dirección") de la conciencia a su objeto nos encontramos remitidos a un íntimo elemento del nóema. No es el núcleo mismo acabado de mencionar, sino algo que constituye, por decirlo así, el centro necesario del núcleo y funciona como "soporte" de propiedades noemáticas que le son especialmente inherentes, a saber, de las propiedades, noemáticamente modificadas, de lo "mentado en cuanto tal".