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Evidenz und Einsicht werden, im gewöhnlichen prägnanten 10Sinne, gleichbedeutend verstanden: als apodiktisches Einsehen. Wir wollen die beiden Worte terminologisch trennen. Wir brauchen durchaus ein allgemeineres Wort, das in seiner Bedeutung das assertorische Sehen und das apodiktische Einsehen umspannt. Es ist als eine phänomenologische Erkenntnis von größter Wichtigkeit15 zu betrachten, daß beide wirklich von einer Wesensgattung sind und daß, noch allgemeiner gefaßt, Vernunftbewußtsein überhaupt eine oberste Gattung von thetischen Modalitäten{286} bezeichnet, in der eben das auf originäre Gegebenheit bezogene "Sehen" (im extrem erweiterten Sinne) eine 20festbegrenzte Artung ausmacht. Man hat nun, die oberste Gattung zu benennen, die Wahl, entweder (wie soeben, aber noch viel weitergehend) die Bedeutung des Wortes Sehen, oder die der Worte "Einsehen", "Evidenz" auszudehnen. Da dürfte es am passendsten sein, für den allgemeinsten Begriff das Wort Evidenz zu 25wählen; für jede durch eine Motivationsbeziehung auf Originarität der Gegebenheit charakterisierte Vernunftthesis böte sich dann der Ausdruck originäre Evidenz dar. Es wäre ferner zwischen assertorischer und apodiktischer Evidenz zu unterscheiden (Q.V.) und dem Wort Einsicht die besondere Bezeichnung dieser 30Apodiktizität zu belassen. In weiterer Folge wäre reine Einsicht und unreine (z.B. Erkenntnis der Notwendigkeit eines Faktischen, dessen Sein selbst nicht einmal evident zu sein braucht) gegenüberzustellen; und ebenso ganz allgemein reine und unreine Evidenz.
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La evidencia en general y la evidencia intelectual se toman, en el habitual sentido plenario, como sinónimos: como un ver con evidencia apodíctica. Nosotros vamos a separar terminológicamente las dos palabras. Necesitamos en absoluto de una palabra más general cuya significación abarque el ver asertórico y el ver con evidencia apodíctica. Hay que considerar como un conocimiento fenomenológico de la mayor importancia el de que ambos son realmente de un mismo género esencial y el de que, tomados con mayor generalidad aún, la conciencia racional en general designa un sumo género de modalidades téticas en el que el "ver" (en el sentido ampliado hasta el extremo) que se refiere al darse originariamente constituye una especie deslindada con toda precisión. Para denominar el sumo género se puede, pues, elegir entre extender la significación de la palabra ver (como acabamos de hacer, pero con mucha mayor amplitud todavía), o la de las expresiones "ver con evidencia" o "evidencia". Lo más adecuado pudiera ser elegir para el concepto más general la palabra evidencia; para cada tesis racional caracterizada por una referencia de motivación a lo originario del darse se ofrecería la expresión de evidencia originaria. Habría que distinguir, además, entre evidencia asertórica y apodíctica (Q.V.) y dejar a la expresión evidencia intelectual el designar especialmente esta apodicticidad. Todavía habría que oponer la evidencia intelectual pura y la impura (por ejemplo, el conocimiento de la necesidad de algo fáctico cuyo ser mismo ni siquiera necesita ser evidente); e igualmente, con toda generalidad, la evidencia pura y la impura.