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Aus den durchgeführten Betrachtungen ist klar, daß die Phänomenologie15 der Vernunft, die Noetik in einem prägnanten Sinne, welche nicht das Bewußtsein überhaupt, sondern das Vernunftbewußtsein einer intuitiven Erforschung unterziehen will, durchaus die allgemeine Phänomenologie voraussetzt. Daß --- im Reiche der Positionalität[Fußnote: 1 In die Sphäre der Phantasie und Neutralität übertragen sich alle thetischen Vorkommnisse "gespiegelt" und "kraftlos"; so auch alle Vorkommnisse der Vernunft. Neutrale Thesen sind nicht zu bestätigen, aber "quasi" zu bestätigen, sie sind nicht 35evident, sondern "gleichsam" evident usw.] --- thetisches Bewußtsein20 jeder Gattung unter Normen steht, ist selbst eine phänomenologische Tatsache; die Normen sind nichts anderes als Wesensgesetze, die sich auf gewisse, ihrer Art und Form nach streng zu analysierende und zu beschreibende noetisch-noematische Zusammenhänge{300} beziehen. Natürlich ist dabei auch die 25"Unvernunft" als negatives Gegenstück der Vernunft überall zu berücksichtigen, ebenso wie die Phänomenologie der Evidenz die ihres Gegenstückes, der Absurdität, in sich begreift.[Fußnote: 2 Vgl. "Log. Unters." II, 6. Unters., § 39, S. 594ff., bes. S. 598. Überhaupt bietet die ganze 6. Untersuchung phänomenologische Vorarbeiten für die Behandlung der im vorliegenden Kapitel erörterten Vernunftprobleme.]
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De las consideraciones hechas resulta claro que la fenomenología de la razón, la noética en su sentido plenario, que quiere someter a una investigación intuitiva, no la conciencia en general, sino la conciencia racional, presupone en absoluto la fenomenología general. El hecho de que ---dentro del reino de la posicionalidad--- está sometida a normas la conciencia tética de todo género,[Nota al pie: 1 En la esfera de la fantasía y neutralidad se traducen todos los procesos téticos en forma de "reflejos" y "sin fuerza"; así también todos los procesos de la razón. Las tesis neutrales no son susceptibles de confirmación, pero lo son "quasi"; no son evidentes, sino "quasi" evidentes, etc.] es un hecho fenomenológico; las normas no son otra cosa que leyes esenciales que se refieren a ciertos complejos noético-noemáticos cuya índole y forma hay que analizar y que describir rigurosamente. Como es natural, hay que considerar constantemente también la "sinrazón" como contrapolo negativo de la razón, lo mismo que la fenomenología de la evidencia comprende en sí la de su contrapolo, el absurdo.[Nota al pie: 2 Cf. Investigaciones lógicas, II, Investigación VI, § 39, pp. 594 ss., especialmente p. 598. En general ofrece toda la Investigación VI trabajos fenomenológicos previos para el tratamiento de los problemas de la razón discutidos en el presente capítulo.]