I1 (19) - Hua III/1 41

"Ideen", "Wesen" gegenüber Tatsachen --- was wären die anderes als scholastische Entitäten, als metaphysische20 Gespenster? Die Menschheit von dergleichen philosophischem Spuk erlöst zu haben, sei gerade das Hauptverdienst der neuzeitlichen Naturwissenschaft. Nur mit der erfahrbaren, realen Wirklichkeit habe es alle Wissenschaft zu tun. Was nicht Wirklichkeit ist, ist Einbildung, und eine Wissenschaft aus Einbildungen25 ist eben eingebildete Wissenschaft. Einbildungen als psychische Fakta wird man natürlich gelten lassen, sie gehören zur Psychologie. Daß aber --- wie im vorigen Kapitel versucht worden ist darzulegen --- aus Einbildungen durch eine darauf gegründete sog. Wesensschauung neue Gegebenheiten, "eidetische", 30entquellen sollen, Gegenstände, die irreal sind, das ist --- so wird der Empirist schließen --- eben "ideologische Verstiegenheit", eine "Rückwendung zur Scholastik" oder zu jener Sorte von "spekulativen Konstruktionen a priori", durch welche der naturwissenschaftsfremde Idealismus in der ersten Hälfte des 19. Jahrhunderts35 die echte Wissenschaft so sehr gehemmt habe.

Indessen alles, was der Empirist da sagt, beruht auf Mißverständnissen und Vorurteilen --- so wohlgemeint und gut das ihn ursprünglich leitende Motiv ist.

I1 (19) 48 - Hua III/1 41

"Ideas", "esencias", frente a los hechos ---¿qué otra cosa serían que entidades escolásticas, que fantasmas metafísicos? Haber redimido a la humanidad de semejante aquelarre filosófico, es justamente el gran mérito de la moderna ciencia natural. Sólo con la realidad experimentable, efectiva, tiene que ver toda ciencia. Lo que no es realidad, es imaginación, y una ciencia de imaginaciones es, justo, una ciencia imaginaria. Las imaginaciones como hechos psíquicos son, naturalmente, respetables, pertenecen a la psicología. Pero que ---como se intentó exponer en el capítulo anterior--- de las imaginaciones broten, por medio de una llamada intuición esencial fundada en ellas nuevos datos, datos "eidéticos", objetos que son irreales, esto es ---así concluirá el empirista--- simplemente "aberración ideológica", un retroceso a la escolástica o a aquella suerte de "construcciones especulativas a priori" con que el idealismo ajeno a la ciencia natural tanto dificultó la verdadera ciencia en la primera mitad del siglo XIX.

Sin embargo, todo lo que el empirista dice ahí descansa en malas inteligencias y prejuicios, por bien intencionado y bueno que sea el motivo que le guíe primitivamente.