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Wir antworten: (Q.V.) Gewiß sind Wesen "Begriffe" --- wenn man unter Begriffen, was das vieldeutige Wort gestattet, eben Wesen versteht. Nur mache man sich klar, daß die Rede von psychischen Produkten dann ein nonsens ist, und desgleichen die Rede von 35Begriffsbildung, wofern sie als strenge und eigentliche verstanden sein soll. Gelegentlich liest man in einer Abhandlung, die Anzahlenreihe sei eine Reihe von Begriffen, und dann eine Strecke weiter: {42}Begriffe seien Gebilde des Denkens. Zuerst also waren die Anzahlen selbst, die Wesen, als Begriffe bezeichnet. Sind aber, [49]fragen wir, die Anzahlen nicht, was sie sind, ob wir sie "bilden" oder nicht bilden? Gewiß, mein Zählen vollziehe ich, ich bilde meine Zahlvorstellungen im "Eins und Eins". Diese Zahlvorstellungen sind jetzt die und sind, wenn ich sie auch als gleiche ein 5andermal bilde, andere. In diesem Sinne gibt es zeitweise keine, zeitweise viele, beliebig viele Zahlvorstellungen von einer und derselben Zahl. Aber eben damit haben wir ja (und wie könnten wir das vermeiden) unterschieden; Zahlvorstellung ist nicht Zahl selbst, ist nicht die Zwei, dieses einzige Glied der Zahlenreihe, das, 10wie alle solche Glieder, ein unzeitliches Sein ist. Sie als psychisches Gebilde zu bezeichnen, ist also Widersinn, ein Verstoß gegen den völlig klaren, jederzeit als gültig einsehbaren, also vor allen Theorien liegenden Sinn der arithmetischen Rede. Sind Begriffe psychische Gebilde, dann sind dergleichen Sachen, wie reine 15Zahlen, keine Begriffe. Sind sie aber Begriffe, dann sind Begriffe keine psychischen Gebilde. Man braucht also, eben um Äquivokationen von dieser Gefährlichkeit zu lösen, neue Termini.
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Respondemos: (Q.V.) cierto que las esencias son "conceptos" ---si /56/por conceptos se entiende, lo que permite la equívoca palabra, justamente esencias. Véase tan sólo con claridad que hablar de productos psíquicos es entonces un non sens, e igualmente hablar de formación de conceptos, si se pretende entenderla en el sentido propio y riguroso. Incidentalmente se lee en un tratado que la serie de los números naturales es una serie de conceptos y un trozo más adelante que los conceptos son productos del pensamiento. Primeramente se designaba, pues, a los números mismos, a las esencias, como conceptos. Pero ¿no son los números, [49]preguntamos, lo que son, lo mismo si los "formamos" que si no los formamos? Cierto, la operación de contar la llevo yo a cabo, yo formo mis representaciones numéricas al ir añadiendo "uno a uno". Estas representaciones numéricas son ahora éstas, y, aunque las forme una segunda vez iguales, estas últimas son otras. En este sentido no hay temporalmente ninguna o hay temporalmente muchas, tantas como se quiera, representaciones numéricas de un mismo número. Pero justo con esto hemos hecho una distinción (¿cómo podríamos evitarla?); la representación numérica no es el número mismo, no es el dos, este miembro único de la serie de los números, que, como todos los miembros de esta serie, es un ser intemporal. Llamarlo un producto psíquico es, pues, un contrasentido, es pecar contra el sentido del lenguaje aritmético, que es perfectamente claro, de validez susceptible de ser vista con evidencia intelectual en todo momento, o anterior a todas las teorías. Si los conceptos son productos psíquicos, entonces cosas tales como los números puros no son conceptos. Pero si son conceptos, entonces los conceptos no son productos psíquicos. Se necesitan, pues, nuevos términos, justo para desatar equívocos de esta peligrosidad.