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Dinge sind wie in der Wahrnehmung, so auch bewußt in Erinnerungen15 und in erinnerungsähnlichen Vergegenwärtigungen, auch bewußt in freien Phantasien. All das bald in "klarer Anschauung", bald ohne merkliche Anschaulichkeit in der Weise "dunkler" Vorstellungen; sie schweben uns dabei in verschiedenen "Charakterisierungen"{63} vor, als wirkliche, mögliche, fingierte 20usw. Von diesen wesensverschiedenen Erlebnissen gilt offenbar all das, was wir von Wahrnehmungserlebnissen ausgeführt haben. Wir werden nicht daran denken, zu vermengen die in diesen Bewußtseinsarten bewußten Gegenstände (z.B. die phantasierten Nixen) mit den Bewußtseinserlebnissen selbst, die von 25ihnen Bewußtsein sind. Wir erkennen dann wieder, daß zum Wesen all solcher Erlebnisse --- dieselben immer in voller Konkretion genommen --- jene merkwürdige Modifikation gehört, die Bewußtsein im Modus aktueller Zuwendung in Bewußtsein im Modus der Inaktualität überführt, und umgekehrt. Einmal30 ist das Erlebnis sozusagen "explizites" Bewußtsein von seinem Gegenständlichen, das andere Mal implizites, bloß potentielles. Das Gegenständliche kann uns wie in der Wahrnehmung, so in der Erinnerung oder Phantasie bereits erscheinen, wir sind aber mit dem geistigen Blicke auf dasselbe noch nicht 35"gerichtet", auch nicht sekundär, geschweige denn, daß wir damit in besonderem Sinne "beschäftigt" wären.
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De las cosas tenemos conciencia, lo mismo que en la percepción, también en los recuerdos y en las representaciones análogas a los recuerdos, y la tenemos asimismo en libres fantasías. Todo esto, tan pronto en una "clara intuición", tan pronto sin intuitividad notoria, en la forma de representaciones "oscuras"; en todo ello flotan ante nosotros con diversos "caracteres", como reales, posibles, fingidas, etc. A estas vivencias esencialmente diversas es patentemente aplicable todo lo que hemos expuesto acerca de las vivencias de percepción. No se nos ocurrirá mezclar los objetos de que tenemos conciencia en estas formas de conciencia (por ejemplo, las ondinas fantaseadas) con las vivencias mismas, que son conciencia de ellos. Reconocemos, además, que a la esencia de todas estas vivencias ---siempre tomadas en su plena concreción--- es inherente esa notable modificación que hace pasar la conciencia en el modo del estar vuelto actualmente hacia algo a conciencia en el modo de la inactualidad, y viceversa. Una vez es la vivencia conciencia "explícita", por decirlo así, de su objeto; la otra vez, implícita, meramente potencial. El objeto puede estarnos ya presente, lo mismo que en la percepción, también en el recuerdo o en la fantasía, pero todavía no estamos "dirigidos" a él con la mirada del espíritu, ni siquiera secundariamente, por no decir que estamos "ocupados con él" en un sentido especial.