I1 (38) - Hua III/1 78

Im Falle einer immanent gerichteten oder, kurz ausgedrückt, einer immanenten Wahrnehmung (der sog. "inneren") bilden Wahrnehmung und Wahrgenommenes wesensmäßig 30eine unvermittelte Einheit, die einer einzigen konkreten cogitatio. Das Wahrnehmen birgt sein Objekt hier so in sich, daß es von diesem nur abstraktiv, nur als wesentlich unselbständiges abzusondern ist. Ist das Wahrgenommene ein intentionales Erlebnis, wie wenn wir auf eine eben lebendige 35Überzeugung reflektieren (etwa aussagend: ich bin überzeugt, daß ---), dann haben wir ein Ineinander zweier intentionaler Erlebnisse, von welchen mindestens das höhere unselbständig und dabei nicht bloß in dem tieferen fundiert, sondern zugleich ihm intentional zugewendet ist.

[79]{69}Diese Art reellen "Beschlossenseins" (was eigentlich nur ein Gleichnis ist) ist ein auszeichnendes Charakteristikum der immanenten Wahrnehmung und der in ihr fundierten Stellungnahmen; es fehlt in den meisten sonstigen Fällen 5immanenter Beziehung von intentionalen Erlebnissen. So z.B. schon bei Erinnerungen an Erinnerungen. Zur jetzigen Erinnerung gehört die erinnerte gestrige Erinnerung nicht mit als reelles Bestandstück ihrer konkreten Einheit. Ihrem eigenen vollen Wesen nach könnte die jetzige Erinnerung sein, auch wenn die 10gestrige in Wahrheit nicht gewesen wäre, während letztere aber, wenn sie wirklich gewesen ist, mit ihr notwendig zu dem einen und selben nie abgebrochenen Erlebnisstrom gehört, der die beiden durch mancherlei Erlebniskonkretionen kontinuierlich vermittelt. Ganz anders verhält es sich offenbar in dieser Beziehung 15mit transzendenten Wahrnehmungen und den übrigen transzendent bezogenen intentionalen Erlebnissen. Das Wahrnehmen des Dinges enthält nicht nur in seinem reellen Bestande das Ding selbst nicht in sich, es ist auch außer aller wesentlichen Einheit mit ihm, seine Existenz natürlich vorausgesetzt. Eine 20rein durch die eigenen Wesen der Erlebnisse selbst bestimmte Einheit ist ausschließlich die Einheit des Erlebnisstromes, oder was dasselbe, ein Erlebnis kann nur mit Erlebnissen zu einem Ganzen verbunden sein, dessen Gesamtwesen die eigenen Wesen dieser Erlebnisse umschließt und in ihnen fundiert ist.

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En el caso de una percepción de dirección inmanente, o expresado con más decisión, de una percepción inmanente (la llamada "interna"), forman percepción y percepto esencialmente una unidad inmediata, la de una sola cogitatio concreta. El percibir entraña aquí su objeto de tal suerte, que sólo es separable de él por abstracción, sólo como esencialmente dependiente. Si el percepto es una vivencia intencional, como cuando reflexionamos sobre una convicción viva en el instante (por ejemplo, diciendo: estoy convencido de que...), entonces tenemos una ensambladura de dos vivencias intencionales, de la que por lo menos la más alta es dependiente, pero no está meramente/87/ fundada en la más baja, sino que a la vez está vuelta intencionalmente a ella.

[79]Esta forma de "estar encerrado" como un ingrediente (lo que en rigor es sólo una imagen) es una característica distintiva de la percepción inmanente y de todo tomar posición fundado en ella; falta en los más de los restantes casos de referencia inmanente de las vivencias intencionales. Así, por ejemplo, ya en los recuerdos de recuerdos. En el recuerdo actual no entra el recuerdo de ayer recordado como ingrediente de su unidad concreta. De acuerdo con su plena esencia propia, debiera existir el recuerdo actual, aun cuando no hubiese existido en verdad el de ayer, mientras que este último, si ha existido realmente, pertenece necesariamente con aquél a una y la misma corriente de vivencias, nunca interrumpida, que enlaza sin solución de continuidad ambos recuerdos por medio de toda clase de concreciones de vivencias. Enteramente distinto es lo que pasa en este respecto, según es patente, con las percepciones trascendentes y las restantes vivencias intencionales de referencia trascendente. La percepción de una cosa no sólo no encierra entre sus ingredientes la cosa misma, sino que está fuera de toda unidad esencial con ella, supuesta, naturalmente, la existencia de la cosa. Unidad determinada puramente por las esencias propias de las vivencias mismas es exclusivamente la unidad de la corriente de las vivencias, o lo que es lo mismo, una vivencia sólo con vivencias puede estar combinada en un todo cuya esencia total abarque las esencias propias de estas vivencias y esté fundada en ellas.