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so erinnere ich mich nun als "wissenschaftlicher Mensch" der bekannten Unterscheidung zwischen sekundären und primären Qualitäten, wonach die spezifischen Sinnesqualitäten "bloß subjektiv" und nur die geometrisch-physikalischen Qualitäten 10"objektiv" sein sollen. Dingliche Farbe, dinglicher Ton, Geruch und Geschmack des Dinges u. dgl., wie sehr es "leibhaft" am Dinge, als zu seinem Wesen gehörig{72} erscheint, sei nicht selbst und, als was es da erscheint, wirklich, sondern bloßes "Zeichen" für gewisse primäre Qualitäten. Gedenke ich aber bekannter 15Lehren der Physik, so ersehe ich sogleich, daß die Meinung solcher vielbeliebter Sätze nicht etwa die wörtliche sein kann: als ob wirklich vom wahrgenommenen Dinge nur die "spezifisch" sinnlichen Qualitäten bloße Erscheinung seien; womit gesagt wäre, daß die nach Abzug derselben verbleibenden "primären" Qualitäten20 zu dem in objektiver Wahrheit seienden Dinge gehörten, neben anderen solchen Qualitäten, die nicht zur Erscheinung kämen. So verstanden hätte ja der alte Berkeleysche Einwand recht, daß die Ausdehnung, dieser Wesenskern der Körperlichkeit und aller primären Qualitäten, undenkbar sei ohne sekundäre. 25Vielmehr der ganze Wesensgehalt des wahrgenommenen Dinges, also das ganze in Leibhaftigkeit dastehende mit allen seinen Qualitäten und allen je wahrnehmbaren, ist "bloße Erscheinung", und das "wahre Ding" ist das der physikalischen Wissenschaft.
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en cuanto "hombre de cultura científica" me acuerdo ahora de la conocida distinción entre cualidades primarias y secundarias, según la cual las cualidades específicas de los sentidos serían "meramente subjetivas" y sólo las cualidades físico-geométricas "objetivas". El color de las cosas, el sonido de las cosas, su olor y su sabor, etc., por muy "en persona" que se presenten en las cosas, como pertenecientes a su esencia, no son reales en sí mismas tales como se presentan, sino meros "signos" de ciertas cualidades primarias. Pero si me acuerdo de conocidas doctrinas de la física, veo en seguida que el sentido de estas proposiciones tan repetidas no puede ser por cierto el literal, como si realmente de las cosas percibidas sólo las cualidades sensibles "específicas" fuesen mera apariencia; con lo que se vendría a decir que las cualidades "primarias" que quedarían después de abstraer aquéllas pertenecerían a las cosas existentes con verdad objetiva, junto a otras cualidades semejantes que no aparecerían de ningún modo. Así entendidas las cosas, tendría realmente razón la vieja objeción berkeleyana de que la extensión, este núcleo esencial de lo corpóreo y de todas las cualidades primarias, es inconcebible sin las secundarias. Más bien es el contenido esencial entero de la cosa percibida, o sea, la cosa entera que ahí está en persona con todas sus cualidades, incluso todas las perceptibles, "mera apariencia" y la "cosa verdadera" es la de la ciencia física.