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In dieser Weise (Q.V.) [92]in infinitum unvollkommen zu sein, gehört zum unaufhebbaren Wesen der Korrelation Ding und Dingwahrnehmung. Bestimmt sich der Sinn von Ding durch die Gegebenheiten der Dingwahrnehmung (und was könnte sonst den 5Sinn bestimmen?), dann fordert er solche Unvollkommenheit, verweist uns notwendig auf kontinuierlich einheitliche Zusammenhänge{81} möglicher Wahrnehmungen, die von irgendeiner vollzogenen aus sich nach unendlich vielen Richtungen in systematisch fest geregelter Weise erstrecken, und zwar nach 10jeder ins Endlose, immerfort von einer Einheit des Sinnes durchherrscht. Prinzipiell bleibt immer ein Horizont bestimmbarer Unbestimmtheit, wir mögen in der Erfahrung noch so weit fortschreiten, noch so große Kontinuen aktueller Wahrnehmungen von demselben Dinge durchlaufen haben. Kein Gott kann daran 15etwas ändern, so wenig wie daran, daß 1 + 2 = 3 ist, oder daran, daß irgendeine sonstige Wesenswahrheit besteht.
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Ser de este modo (Q.V.) imperfecta [92]in infinitum, es inherente a la esencia imborrable de la correlación cosa y percepción de cosas. Si el sentido de "cosa" lo determinan los datos de la percepción de cosas (¿y qué, si no, podría determinar este sentido?), entonces requiere tal imperfección, remitiéndonos necesariamente a cadenas unitarias y continuas de percepciones posibles, que partiendo de una efectuada cualquiera, se extienden en una infinitud de direcciones de un modo regulado con todo rigor sistemático, y encima, hasta lo infinito en cada una, pero dominadas constantemente por una unidad del sentido. Por principio queda siempre un horizonte de indeterminación determinable, por mucho que avancemos en la experiencia, por grandes que sean los continuos de percepciones actuales de una misma cosa que hayamos recorrido. No hay Dios que pueda hacer cambiar esto en un punto, o no más que el que 1 + 2 sea igual a 3, o que exista cualquier otra verdad esencial.