I1 (45) - Hua III/1 95

"Alle Erlebnisse sind bewußt", das sagt also speziell hinsichtlich der intentionalen Erlebnisse, sie sind 15nicht nur Bewußtsein {84}von etwas und als das nicht nur vorhanden, wenn sie selbst Objekte eines reflektierenden Bewußtseins sind, sondern sie sind schon unreflektiert als "Hintergrund" da und somit prinzipiell wahrnehmungsbereit in einem zunächst analogen Sinne, wie unbeachtete Dinge in unserem äußeren Blickfelde.20 Diese können nur bereit sein, sofern sie schon als unbeachtete in gewisser Weise bewußt sind, und das heißt bei ihnen, wenn sie erscheinen. Nicht alle Dinge erfüllen diese Bedingung: mein Blickfeld der Aufmerksamkeit, das alles Erscheinende umspannt, ist nicht unendlich. Andererseits muß auch das unreflektierte 25Erlebnis gewisse Bedingungen der Bereitschaft erfüllen, obzwar in ganz anderer und seinem Wesen gemäßer Weise. "Erscheinen" kann es ja nicht. Jedenfalls erfüllt es sie allzeit durch die bloße Weise seines Daseins, und zwar für dasjenige Ich, dem es zugehört, dessen reiner Ichblick ev. "in" ihm lebt. Nur weil Reflexion 30und Erlebnis diese hier bloß angedeuteten Wesenseigentümlichkeiten haben, können wir etwas von unreflektierten Erlebnissen wissen, also auch von den Reflexionen selbst. Daß die reproduktiven (und retentionalen) Modifikationen der Erlebnisse die parallele, nur entsprechend modifizierte Beschaffenheit haben, 35ist selbstverständlich.
I1 (45) 103 - Hua III/1 95

"Todas las vivencias son conscientes" quiere decir, pues, que no son sólo conciencia de algo, ni existen como tal conciencia, sólo cuando ellas mismas son objetos de una conciencia refleja, sino que ya antes de toda reflexión están ahí como "fondo" y por ende en principio prestas a ser percibidas, en un sentido por lo tanto análogo al de las cosas a que no atendemos en el campo de nuestra visión exterior. Estas sólo pueden estar prestas en tanto que, ya como no atendidas, se tiene en cierto modo conciencia de ellas, y esto quiere decir, tratándose de ellas, cuando aparezcan. No todas las cosas cumplen esta condición: el campo visual de mi atención, que abarca todo lo que aparece, no es infinito. Por otra parte, tiene también la vivencia anterior a la reflexión que cumplir ciertas condiciones para estar presta, si bien en un modo totalmente distinto y ajustado a su esencia. "Aparecer" no puede. En todo caso, las cumple siempre en el mero modo de su estar ahí, y, además, para aquel yo al que corresponde, cuya mirada pura vive eventualmente "en ella". Sólo porque la reflexión y la vivencia tienen estas peculiaridades esenciales, aquí meramente indicadas, podemos saber algo de las vivencias antes /104/de reflexionar sobre ellas y, por tanto, de las reflexiones mismas. De suyo se comprende que las modificaciones reproductivas (y retencionales) de las vivencias tienen una constitución paralela tan sólo modificada según corresponde.