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Für die phänomenologische Methode (und in weiterer Folge für die Methode transzendental-philosophischer Forschung überhaupt)10 hat eine systematische Lehre von den sämtlichen phänomenologischen Reduktionen, die wir hier zu entwerfen versucht haben, eine große Wichtigkeit. Ihre ausdrücklichen "Einklammerungen" haben die methodische Funktion, uns beständig daran zu erinnern, daß die betreffenden Seins- und Erkenntnissphären 15prinzipiell außerhalb derjenigen liegen, die als transzendentalphänomenologische erforscht werden sollen, und daß jedes Sicheindrängen von Prämissen, die jenen eingeklammerten Gebieten angehören, eine Anzeige ist für eine widersinnige Vermengung, für eine echte metábasis. Würde sich das phänomenologische Gebiet20 so unmittelbar selbstverständlich darbieten, wie die Gebiete der natürlichen Erfahrungseinstellung, {116}oder würde es sich durch bloßen Übergang von dieser zur eidetischen Einstellung ergeben, wie etwa das geometrische Gebiet im Ausgange vom empirisch Räumlichen: dann bedürfte es keiner umständlichen Reduktionen 25mit zugehörigen schwierigen Erwägungen. Es bedürfte auch nicht der Sorgfalt in der Scheidung der einzelnen Schritte, wenn nicht beständige Versuchungen zur fehlerhaften Metabasis, insbesondere auch bei der Interpretation der Gegenständlichkeiten der eidetischen Disziplinen, beständen. Es sind so starke Versuchungen,30 daß sie selbst den bedrohen, der sich in einzelnen Gebieten von den allgemeinen Mißdeutungen befreit hat.
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Para el método fenomenológico (y ulteriormente para el método de la investigación filosófico-trascendental en general) tiene una doctrina sistemática de todas las reducciones fenomenológicas, como la que hemos intentado esbozar aquí, una gran importancia. Su múltiple y expreso "colocar entre paréntesis" tiene la función metódica de recordarnos constantemente que las esferas del ser y del conocimiento afectadas por él están en principio fuera de aquellas que deben estudiarse como fenomenológico-trascendentales y que todo inmiscuirse premisas pertenecientes a los dominios colocados entre paréntesis es señal de una mezcla representativa de un contrasentido o de una verdadera metábasis. Si el dominio fenomenológico se ofreciera como tan directamente comprensible de suyo como se ofrecen los dominios de la actitud empírica natural, o se produjese como un resultado del mero paso de ésta a la actitud eidética, como se produce el dominio geométrico partiendo de lo empíricamente espacial, no habría menester de reducciones tan prolijas con las difíciles consideraciones correspondientes. Tampoco habría menester de cautela al dar los distintos pasos, si no existiesen constantes tentaciones a incurrir en una errónea metábasis, especialmente en la interpretación de las objetividades de las disciplinas eidéticas. Son tentaciones tan fuertes, que amenazan incluso a quien se /140/ha librado de las malas interpretaciones generales en dominios especiales.