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{161}Darum (Q.V.) gibt es doch Anlaß zu einer Mannigfaltigkeit wichtiger Beschreibungen, eben hinsichtlich der besonderen Weisen, wie es [180]in den jeweiligen Erlebnisarten oder Erlebnismodis erlebendes Ich ist. Dabei unterscheidet sich immerfort --- trotz der notwendigen Aufeinanderbezogenheit --- das Erlebnis selbst und das reine Ich des Erlebens. Und wieder: Das rein Subjektive der Erlebnisweise5 und der übrige, sozusagen ich-abgewandte Gehalt des Erlebnisses. Es besteht also eine gewisse, außerordentlich wichtige Zweiseitigkeit im Wesen der Erlebnissphäre, von der wir auch sagen können, daß an den Erlebnissen eine subjektiv-orientierte Seite und eine objektiv-orientierte zu 10unterscheiden ist: eine Ausdrucksweise, die ja nicht mißverstanden werden darf, als lehrten wir, es sei das evtl. "Objekt" des Erlebnisses an diesem etwas dem reinen Ich Analoges. Gleichwohl wird sich die Ausdrucksweise rechtfertigen. Und wir fügen gleich bei, daß dieser Zweiseitigkeit, in erheblichen Strecken mindestens, 15eine Teilung der Untersuchungen (wenn auch keine wirkliche Trennung) entspricht, die einen nach der reinen Subjektivität orientiert, die anderen nach dem, was zur "Konstitution" der Objektivität für die Subjektivität gehört.
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Mas no por eso (Q.V.) deja de dar ocasión a una multiplicidad de importantes descripciones, a saber, referentes a los modos especiales [180]en que es el yo que vive en estos modos o formas de vivencia según los distintos casos. En este punto se distinguen constantemente ---a pesar de la necesaria referencia mutua--- la vivencia misma y el yo puro de la vivencia. Y de nuevo: lo puramente subjetivo del modo de vivencia y el restante contenido de la vivencia desviado del yo, por decirlo así. Existe, pues, una cierta dualidad de lados, extraordinariamente importante, en la esencia de la esfera de las vivencias, de la que también podemos decir que en las vivencias hay que distinguir un lado de orientación subjetiva y otro de orientación objetiva, forma de expresarse que no debe ser mal entendida, como si enseñásemos que el eventual "objeto" de la vivencia fuese en ésta algo análogo al yo puro. Y añadimos en seguida que a esta dualidad de lados, en considerables trechos al menos, corresponde una división de las investigaciones (aunque no una separación real), las unas orientadas hacia la pura subjetividad, las otras hacia lo que pertenece a la "constitución" de la objetividad para la subjetividad.