I1 (85) - Hua III/1 193

Der Ausdruck primärer Inhalt erscheint uns nicht mehr bezeichnend genug. Andererseits ist der Ausdruck sinnliches Erlebnis für denselben15 Begriff unbrauchbar, da dem die allgemeine Rede von sinnlichen Wahrnehmungen, sinnlichen Anschauungen überhaupt sinnlicher Freude u. dgl. im Wege steht, wobei nicht bloße hyletische, sondern intentionale Erlebnisse als sinnliche bezeichnet werden; offenbar würde auch die Rede von "bloßen" oder 20"reinen" sinnlichen Erlebnissen vermöge ihrer neuen Vieldeutigkeiten die Sache nicht verbessern. Dazu kommen die eigenen Vieldeutigkeiten, die zum Worte "sinnlich" gehören, und die in der phänomenologischen Reduktion erhalten bleiben. Abgesehen von dem Doppelsinn, der im Kontrast von "sinngebend" und "sinnlich"25 hervortritt, und der, so störend er gelegentlich ist, kaum mehr vermieden werden kann, wäre folgendes zu erwähnen: Sinnlichkeit in einem engeren Sinne bezeichnet das phänomenologische Residuum des in der normalen äußeren Wahrnehmung durch die "Sinne" Vermittelten. Es zeigt sich, nach der Reduktion, eine 30Wesensverwandtschaft der betreffenden "sinnlichen" Daten der äußeren Anschauungen, und ihr entspricht ein eigenes Gattungswesen, bzw. ein Grundbegriff der Phänomenologie. Im weiteren und im Wesen einheitlichen Sinne befaßt Sinnlichkeit aber auch die sinnlichen Gefühle und Triebe, die ihre eigene Gattungseinheit 35haben und andererseits wohl auch eine Wesensverwandtschaft allgemeiner Art mit jenen Sinnlichkeiten im engeren Sinne --- das alles abgesehen von der Gemeinschaft, die zudem der funktionale Begriff der Hyle ausdrückt. Beides zusammen erzwang die alte Übertragung der ursprünglich engeren Rede von Sinnlichkeit [194]auf die Gemüts- und Willenssphäre, nämlich auf die intentionalen Erlebnisse, in welchen sinnliche Data der bezeichneten Sphären als funktionierende "Stoffe" auftreten. Wir bedürfen also jedenfalls eines neuen Terminus, der die ganze Gruppe durch die Einheit5 der Funktion und den Kontrast zu den formenden Charakteren ausdrückt, und wählen dafür den Ausdruck hyletische oder stoffliche Data, auch schlechthin Stoffe. Wo es gilt, die Erinnerung an die alten, in ihrer Art unvermeidlichen Ausdrücke zu wecken, sagen wir sensuelle, wohl auch sinnliche Stoffe.
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La expresión de contenido primario ya no nos parece suficientemente adecuada. Por otra parte, no cabe usar para el mismo concepto la expresión de vivencia sensible, ya que a ello se opone el generalizado hablar de percepciones sensibles, intuiciones sensibles en general, alegría sensible, etc., designando como sensibles vivencias no sólo hyléticas, sino intencionales; patentemente, tampoco mejoraría la cosa el hablar de vivencias "meramente" o "puramente" sensibles, a causa de sus nuevas ambigüedades. Añádanse los equívocos propios de la palabra "sensible", que persisten dentro de la reducción fenomenológica. Prescindiendo de la doble acepción que resalta en el contraste de "dar sentido" y "sensible", y que, por perturbador que sea en ocasiones, apenas si se puede evitar, habría que mencionar lo siguiente: sensibilidad designa en una acepción restringida el residuo fenomenológico de lo que procuran los "sentidos" en la percepción exterior normal. Tras de la reducción, se revela una afinidad esencial entre los respectivos datos "sensibles" de las intuiciones externas, y a ella responde una esencia genérica propia o un concepto fundamental de la fenomenología. En su acepción más amplia y esencialmente unitaria, abarca la sensibilidad también los sentimientos y los impulsos sensibles, que tienen su propia unidad genérica y, por otra parte, una afinidad esencial de índole general con aquella sensibilidad de la acepción restringida ---todo esto, prescindiendo de la comunidad que expresa principalmente el concepto funcional de hyle. Ambas cosas las hace forzosas la vieja transferencia del término primitivamente restringido de sensibilidad [194]a la esfera del sentimiento y de la voluntad, es decir, a las vivencias intencionales en que figuran datos sensibles de las esferas indicadas como "materia" en función de tal. Hemos menester, pues, en todo caso de un nuevo término que exprese el grupo entero por la unidad de la función y exprese el contraste con los caracteres de la forma, y para ello elegimos la expresión de datos hyléticos o materiales o también simplemente de materias. Allí donde se trata de despertar el recuerdo de las viejas expresiones, inevitables a su manera, decimos materias sensibles.