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Gehen wir, wie in den gegenwärtigen Überlegungen überhaupt, auf allgemeinste Unterscheidungen aus, die sozusagen gleich an 5der Schwelle der Phänomenologie faßbar und für alles weitere methodische Vorgehen bestimmend sind, so stoßen wir hinsichtlich der {181}Intentionalität sofort auf eine ganz fundamentale, nämlich auf die Unterscheidung zwischen eigentlichen Komponenten der intentionalen Erlebnisse und ihren intentionalen 10Korrelaten, bzw. deren Komponenten. Schon in den eidetischen Vorerwägungen des zweiten Abschnittes rührten wir an diese Unterscheidung.[Fußnote: 1 Vgl. § 41, S. 73ff.] Sie diente uns dazu, im Übergang von der natürlichen Einstellung zur phänomenologischen das Eigensein der phänomenologischen Sphäre klar zu machen. Daß sie aber innerhalb15 dieser Sphäre selbst, also im Rahmen der transzendentalen Reduktion eine radikale Bedeutung gewinne, die ganze Problematik der Phänomenologie bedingend, davon konnte dort keine Rede sein. Auf der einen Seite haben wir also die Teile und Momente zu unterscheiden, die wir durch eine reelle Analyse des 20Erlebnisses finden, wobei wir das Erlebnis als Gegenstand behandeln wie irgendeinen anderen, nach seinen Stücken oder unselbständigen, ihn reell aufbauenden Momenten fragend. Andererseits ist aber das intentionale Erlebnis Bewußtsein von etwas, und ist es seinem Wesen nach, z.B. als Erinnerung, als Urteil, als Wille 25usw; und so können wir fragen, was nach seiten dieses "von etwas" wesensmäßig auszusagen ist.
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Si partimos, como en las presentes meditaciones en general, de las distinciones más amplias, que son apresables en el umbral de la fenomenología, por decirlo así, a la par que decisivas para todo metódico avance ulterior, tropezamos en seguida, por lo que respecta a la intencionalidad, con una de todo punto fundamental, a saber, la distinción entre los componentes propiamente tales de las vivencias intencionales y los correlatos intencionales de éstas o de sus componentes. Ya en las previas consideraciones eidéticas de la tercera sección tocamos esta distinción[Nota al pie: 1 Cf. § 41, pp. 91 ss.] Nos sirvió para poner en claro, al pasar de la actitud /213/natural a la fenomenológica, el ser propio de la esfera fenomenológica. Pero allí no cabía hablar para nada de la radical significación, condicionante de todos los problemas de la fenomenología, que dentro de la última esfera, o sea, dentro del marco de la reducción trascendental, cobra la distinción. Por un lado, tenemos, pues, que distinguir las partes y elementos que encontramos mediante un análisis de los ingredientes de la vivencia, en que tratamos a ésta como cualquier otro objeto, preguntando por sus trozos o por los elementos no independientes que la integran como ingredientes. Mas, por otro lado, es la vivencia intencional conciencia de algo, y lo es por su esencia, por ejemplo, en cuanto recuerdo, en cuanto juicio, en cuanto volición, etcétera; y así podemos preguntar qué es lo que hay que decir esencialmente de este "de algo".