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[Fußnote: 1 Was den Bolzanoschen Begriff des "Urteiles an sich", "Satzes an sich" anbelangt, so ist aus den Darstellungen der "Wissenschaftslehre" zu ersehen, daß Bolzano über 35den eigentlichen Sinn seiner bahnbrechenden Konzeption nicht zur Klarheit gekommen ist. Daß hier zwei prinzipiell mögliche Interpretationen vorliegen, die beide als "Urteil an sich" zu bezeichnen wären: das Spezifische des Urteilserlebnisses (die noetische Idee) und die ihr korrelative noematische Idee, hat Bolzano nie gesehen. Seine Beschreibungen und Erläuterungen sind zweideutig. Im Auge hatte er 40--- obschon eine gelegentliche Wendung (vgl. a. a. O. I, S. 85 das beifällige Zitat aus [219]30Mehmels Denklehre) dagegen zu sprechen scheint --- als objektiv gerichteter Mathematiker jedenfalls den noematischen Begriff. Er hatte ihn im Auge, genau so wie der Arithmetiker die Zahl im Auge hat --- auf Zahlenoperationen eingestellt, aber nicht auf phänomenologische Probleme der Beziehung von Zahl und Zahlbewußtsein. Die Phänomenologie war hier in der logischen Sphäre, wie überhaupt, dem großen Logiker 35etwas völlig Fremdes. Das muß jedem klar sein, der die leider so selten gewordene "Wissenschaftslehre" Bolzanos wirklich studiert hat und zudem nicht geneigt ist, jede Herausarbeitung fundamentaler eidetischer Begriffe --- die phänomenologisch naive Leistung --- mit einer phänomenologischen zu verwechseln. Man müßte dann schon so konsequent sein, jeden begriffsschöpferischen Mathematiker, etwa einen G. Cantor 40hinsichtlich seiner genialen Konzeption der Grundbegriffe der Mengenlehre, als Phänomenologen zu bezeichnen und im gleichen schließlich auch den unbekannten Schöpfer der geometrischen Grundbegriffe im grauen Altertum.]
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[Nota al pie: 1 En lo tocante al concepto del "juicio en sí", "proposición en sí" de Bolzano, por la exposición de la Wissenschaftslehre se puede ver que Bolzano no llegó a ponerse en claro el verdadero sentido de su innovadora concepción. No vio nunca que aquí se está delante de dos interpretaciones posibles en principio y ambas susceptibles de ser designadas como "juicio en sí": lo específico de la vivencia del juzgar (la idea noética) y la idea noemática correlativa de la anterior. Sus descripciones y explicaciones son equívocas. Lo que tenía a la vista era ---aunque un giro ocasional (cf. l.c., I, p. 95, la cita accesoria de la Denklehre de Mehmel) parece hablar en contra---, como matemático orientado hacia el objeto, en todo caso el concepto noemático. Tenía éste a la vista exactamente como el aritmético tiene a la vista el número ---proyectado como está sobre las operaciones con los números, pero no sobre los problemas fenomenológicos de la relación entre el número y la conciencia del número. La fenomenología fue aquí, en la esfera lógica, como en general, algo completamente extraño al gran lógico. Esto no puede menos de ser claro para todo el que haya estudiado realmente la Wissenschaftslehre de Bolzano, que por desgracia se ha vuelto /230/tan rara, y además no esté inclinado a confundir toda labor de aclaración de conceptos eidéticos fundamentales ---la labor fenomenológica ingenua--- con una labor fenomenológica. Habría entonces que ser tan consecuente como para llamar fenomenólogo a todo matemático creador de conceptos, digamos, a un G. Cantor en vista de su genial determinación de los conceptos fundamentales de la teoría de conjuntos, e igualmente, en conclusión, al desconocido creador de los conceptos geométricos fundamentales en la aurora de la Antigüedad.]