I2 (12) - Hua IV 27

Schon beim ersten Blick fällt uns hierbei (Q.V.) die wesensmäßig begründete Scheidung auf in Natur im engeren, untersten und ersten25 Sinn, nämlich in materielle Natur und Natur im zweiten, erweiterten Sinn oder beseelte, im echten Sinn "lebendige", animalische Natur. Alles, was wir im gewöhnlichen Sinn (also in naturalistischer Einstellung) als existierend bezeichnen, also auch Empfindungen, Vorstellungen, Gefühle, 30psychische Akte und Zustände jeder Art, gehören eben in dieser Einstellung zur lebendigen Natur, sie sind "reale" Akte oder Zustände, ontologisch charakterisiert eben dadurch, daß sie tierische oder menschliche Betätigungen oder Zuständlichkeiten [28]sind, als solche der räumlich zeitlichen Welt eingeordnet; sie unterliegen demnach den Bestimmungen, die "aller individuellen Gegenständlichkeit überhaupt" zukommen.
I2 (12) 57 - Hua IV 27

Ya en la primera mirada salta aquí (Q.V.) a la vista la distinción, esencialmente fundada, entre la naturaleza en el sentido más estrecho, ínfimo y primero, a saber, la naturaleza material, y la naturaleza en el segundo sentido, ampliado, o naturaleza animada, "viviente" en el sentido genuino, animal. Todo lo que designamos como existente en el sentido corriente (por ende, en actitud naturalista), también, por tanto, las sensaciones, representaciones, sentimientos, actos y estados psíquicos de toda especie pertenecen precisamente en esta actitud a la naturaleza viviente; son actos o estados "reales", caracterizados ontológicamente precisamente por ser actividades o estados animales o humanos, [28]dispuestos como tales en el mundo espacial temporal; están sujetos, por consiguiente, a las determinaciones que convienen a "toda objetividad individual en general".