I2 (16) - Hua IV 50

Die naive Auffassung meint nun (Q.V.), ein Ding könnte sich von selbst ändern. Jede Dingauffassung erfolgt unter Mitauffassung von Umständen als bedingenden. Aber das Ding kommt ja nie vollkommen zur Gegebenheit. Und was die 25Aussagen anlangt, die wir über das Ding machen, so folgen sie keineswegs dem, was jeweils wirklich gegeben ist; das, was die Dingauffassung für das Ding im allgemeinen und nach dem konkreten Auffassungsgehalte fordert, ist nicht ausgewiesen, und die Aussage richtet sich nicht bloß nach dem Ausgewiesenen, nach 30der erfüllenden Gegebenheit; Dingwahrnehmung ist nicht voll berichtende Erfahrung. Es ist hierbei zu überlegen, daß wir bei einem Ding unterscheiden müssen zwischen äußeren und inneren Umständen, äußerlich und innerlich kausierten Veränderungen, bzw. Vorgängen.
I2 (16) 81 - Hua IV 50

Ahora bien (Q.V.), la concepción ingenua opina que una cosa podría alterarse por sí misma. Toda aprehensión de cosa sucede bajo co-aprehensión de circunstancias como condicionantes. Pero, en efecto, la cosa nunca llega a darse perfectamente. Y por lo que toca a las enunciaciones que hacemos sobre la cosa, de ningún modo obedecen a lo que en cada caso está realmente dado; lo que la aprehensión de cosa, con generalidad y según el contenido concreto de la aprehensión, exige para la cosa, no está acreditado, y la enunciación no se guía meramente por lo acreditado, por la dación que da cumplimiento; la percepción de cosas no es una experiencia plenamente informativa. En ocasión de ello hay que pensar que en una cosa tenemos que diferenciar entre circunstancias externas e internas, alteraciones o procesos externa e internamente causados.