I2 (18b) - Hua IV 64

Außer den Verhältnissen von Realem zu Realem, die zum Wesen jedes Realen gehören als räumliche, zeitliche, kausale Verhältnisse, gehören zu eben diesem Wesen auch Verhältnisse psychophysischer30 Konditionalität in möglicher Erfahrung. Dinge sind "erfahren", sind dem Subjekt "anschaulich gegeben", notwendig als Einheit eines raum-zeitlich-kausalen Zusammenhangs, und zu diesem Zusammenhang gehört notwendig ein ausgezeichnetes Ding, "mein Leib", als die Stelle, wo sich, und immer wesensnotwendig,35 ein System subjektiver Konditionalität verflicht mit diesem System der Kausalität und zwar so, daß im Übergang von der natürlichen Einstellung (Blickrichtung auf Natur und Leben in der Erfahrung) zur subjektiven Einstellung (Blickrichtung auf das Subjekt und Momente [65]der subjektiven Sphäre) reales Dasein, auch mannigfaltige reale Veränderungen, als in konditionalem Zusammenhang mit subjektivem Sein, mit einem Seinsbestand in der subjektiven Sphäre gegeben sind. So ist Dingliches erfahren (wahrnehmungsmäßig apperzipiert,5 um die originäre Erfahrung zu bevorzugen), daß durch eine bloße Blickwendung Abhängigkeitsverhältnisse des apperzeptiven Bestands des Dinges von der Empfindungssphäre und der sonstigen subjektiven Sphäre hervortreten. Das ist der Urbestand psychophysischer Konditionalität10 (unter welchem Titel wir alle konditionalen Verhältnisse befassen, die zwischen dinglichem und subjektivem Sein herüber- und hinüberlaufen). Zu jeder psychophysischen Konditionalität gehört notwendig somatologische Kausalität, unmittelbar betrifft sie immer die Verhältnisse 15des Irrealen, eines Vorkommnisses in der subjektiven Sphäre, mit einem Realen des Leibes: mittelbar dann mit einem Realen außerhalb, das mit dem Leib in realem, also kausalem Zusammenhang steht.
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Fuera de las relaciones de lo real con lo real que pertenecen a la esencia de todo lo real, como relaciones espaciales, temporales, causales, pertenecen precisamente a esta esencia también relaciones de condicionalidad psicofísica en la experiencia posible. Las cosas son "experimentadas", son "dadas intuitivamente" al sujeto, necesariamente como unidad de un nexo espacio-temporal-causal, y a este nexo pertenece necesariamente una cosa señalada, "mi cuerpo", como el sitio donde, y siempre por necesidad esencial, se entrelaza un sistema de condicionalidad subjetiva con este sistema de la causalidad, y precisamente de tal modo que en el tránsito de la actitud natural (dirección de la mirada a la naturaleza y la vida en la experiencia) a la actitud subjetiva (dirección de la mirada al sujeto y los momentos/97/ [65]de la esfera subjetiva), la existencia real, y también múltiples alteraciones reales, son dadas como en nexo condicional con el ser subjetivo, con un componente de ser de la esfera subjetiva. Lo cósico se experimenta (se apercibe perceptivamente, para dar preferencia a la experiencia originaria) de tal manera que, mediante un mero giro de la mirada, resaltan relaciones de dependencia del componente aperceptivo de la cosa respecto de la esfera de la sensación y la esfera subjetiva restante. Este es el protocomponente de la condicionalidad psicofísica (título bajo el cual comprendemos todas las relaciones condicionales que corren de un lado a otro entre el ser cósico y el subjetivo). Toda condicionalidad psicofísica incluye necesariamente causalidad somatológica; inmediatamente, atañe siempre a las relaciones de lo irreal, de un suceso en la esfera subjetiva, con algo real del cuerpo; mediatamente, luego, con algo real exterior que está con el cuerpo en nexo real, es decir, causal.