I2 (18c) - Hua IV 70

Für den Normalen haben die Dinge nicht einen dinglichen Aufbau aus Sehdingen und Tastdingen. 25Es ist dasselbe Ding und es sind seine Eigenschaften, von denen die einen vorwiegend oder auschließlich (wie Farben und ihre Unterschiede) visuell erfaßt werden, die anderen taktuell. Das Ding ist durch beide Erscheinungsgruppen nicht getrennt, sondern in einheitlicher Apperzeption konstituiert. Die Visualität30 bietet keine Eigenschaftskomplexe, die sich wegnehmen ließen, als ob das Ding selbst ein Visuelles in sich hätte als etwas, das es gewinnen oder verlieren könnte. Das gibt keinen Sinn --- wie ja auch die "primären" Eigenschaften nicht etwa Doppeleigenschaften 35sind, jedem Sinn als Komponenten zuzuordnen. Aber die Farbe, die sich doch als Sache des Dinges selbst gibt, als konstitutive Eigenschaft, ist eben bloß im Sehen wahrnehmungsmäßig gegeben. Es ist nicht vorstellbar, daß sie durch Tasten --- als Farbe --- erschiene. Auch Spiegelfläche zu sein, zu glänzen, sind sichtbare [71]Eigenschaften. Aber dem Glanz als gesehener Eigenschaft entspricht die Glätte als getastete, und ist das in dem Dinge selbst nicht dasselbe? Farbe könnte also ein Paralleles in der Sphäre der Tasterscheinungen haben, genau parallele Unterschiedsreihen,5 entsprechend parallelen Änderungsreihen unter gleichen Umständen. Dann verhielte es sich hier ebenso wie bei den primären Eigenschaften. Es hieße dann: "dasselbe, nur dem Gesichtssinn so erscheinend, dem Tastsinn parallel, in seiner Weise auch erscheinend". So verhält es sich mit den konstituierenden10 Erscheinungen der Sinnendinge (darunter der Wahrnehmungsdinge) tatsächlich nicht. Farbe wird gesehen und nur gesehen, und doch kommt sie dem Dinge zu: es müßte also denkbar sein, daß jeder Sinn, der überhaupt das Ding originär erscheinen läßt, es für jede Eigenschaft dieses Dinges 15täte. Die Farbe ist Farbe der Raumgestalt wie die Glätte Glätte der Raumgestalt ist, die Farbe ist eben dort wo die Glätte. Man könnte es also als eine ideale Forderung für jeden Sinn aussprechen: sofern er das Ding im Original zu geben prätendiert, muß eine ideale Möglichkeit für Erscheinungsreihen dieses Sinnes 20bestehen, in denen jede konstitutive Eigenschaft des Dinges zur originären Gegebenheit käme.
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Para los normales, las cosas no se estructuran como cosas a partir de cosas visuales y cosas táctiles. Hay la misma cosa y hay sus propiedades, de las cuales unas son predominante o exclusivamente captadas visualmente (como los colores y sus diferencias), las otras táctilmente. La cosa no está separada por los dos grupos de apariciones, sino constituida en apercepción unitaria. La visualidad no ofrece complejos de propiedades que pudieran ser retirados, como si la cosa misma tuviera en sí un elemento visual como algo que pudiera ganar o perder. Esto no tiene sentido ---como tampoco las propiedades "primarias" son, digamos, propiedades dobles, coordinadas a cada sentido como componentes./103/ Pero el color, que ciertamente se da como cosa de la cosa misma, como propiedad constitutiva, está dado perceptivamente justo sólo en la visión. No es representable que apareciera ---como color--- mediante el tacto. También ser espejo y brillar son propiedades visibles. [71]Pero al brillo como propiedad vista le corresponde la lisura como propiedad palpada, ¿y no es ello lo mismo en la cosa misma? Los colores podrían tener por ende un paralelo en la esfera de las apariciones táctiles, series de diferencias exactamente paralelas, series de alteraciones correspondientemente paralelas bajo iguales circunstancias. Entonces aquí sucedería como con las propiedades primarias. Se diría entonces: "lo mismo que aparece así sólo al sentido de la vista, aparece también paralelamente, a su manera, al sentido del tacto". De hecho no sucede así con las apariciones constituyentes de las cosas de los sentidos (entre ellas las cosas de la percepción). El color es visto y sólo visto, y, sin embargo, le conviene a la cosa: tendría por ende que ser pensable que todo sentido que hiciera aparecer la cosa originariamente, lo hiciera para toda propiedad de esta cosa. El color es color de la figura espacial, así como la lisura es lisura de la figura espacial; el color está precisamente ahí donde está la lisura. Podría por ende pronunciarse como una exigencia ideal para todo sentido: en tanto que pretenda dar la cosa en el original, tiene que existir una posibilidad ideal para series de apariciones de este sentido, en las cuales toda propiedad constitutiva de la cosa viniera a darse originariamente.