I2 (18c) - Hua IV 65

Die Konstitution der Unterschicht (Q.V.) ist es, welche allen Dingen in der Erfahrung, nämlich sofern sie in ihren momentanen Zuständen Sinnendinge sind, die ursprünglichste psychophysische35 Konditionalität verleiht. Die Sinnendinge sind, was sie sind, als Einheiten "in" einer Mannigfaltigkeit von Wahrnehmungen[66] und kinaesthetischen Konstellationen der Subjektivität, sind dabei stets bewußt als Motivanten für die zugehörigen Aspekte als Motivate. Nur in diesem Zusammenhang sind die Aspekte Aspekte von Sinnendingen.5 Dazu gehört wesensmäßig eine mögliche Änderung der Einstellung, welche das Sinnending in seinem Gegebensein konditional abhängig macht von der Leiblichkeit, von meinem Hinsehen mit offenen Augen, meinen Augenbewegungen, von meinem tastenden Hingleiten mit den 10subjektiv bewegten Händen etc. Dieses ganze System der Konditionalität, das Sinnendinge und subjektive Vorkommnisse geregelt verbindet, ist die Unterlage der höheren Apperzeptionsschicht und wird dann zur psychophysischen Konditionalität zwischen meinem Leib und dessen kausalen Verflochtenheiten in 15der außerleiblichen Natur auf der einen Seite und subjektiven Empfindungsverläufen, Aspektverläufen etc. andererseits. Zu diesem Urbestand an psychophysischen Konditionalitäten kommen dann neue, ihre Konstitution schon voraussetzende, nämlich durch Anomalitäten des Leibes.
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La constitución del estrato inferior (Q.V.) es la que confiere a todas las cosas en la experiencia, esto es, en tanto que sean, en sus estados momentáneos, cosas de los sentidos, la condicionalidad psicofísica más primigenia. Las cosas de los sentidos son lo que son en cuanto unidades "en" una multiplicidad de [66]percepciones y constelaciones cinestésicas de la subjetividad; /98/son ahí concientes siempre como motivantes para los aspectos inherentes como motivados. Sólo en este nexo, los aspectos son aspectos de cosas de los sentidos. A ello pertenece esencialmente un posible cambio de actitud, que hace a la cosa de los sentidos, en su estar dada, condicionalmente dependiente de la corporalidad, de mi ver hacia ella con ojos abiertos, de mis movimientos oculares, de mi deslizar las manos subjetivamente movidas al palpar, etc. Este sistema entero de la condicionalidad, que enlaza reguladamente cosas de los sentidos y sucesos subjetivos, es el soporte del estrato superior de la apercepción y se convierte luego en la condicionalidad psicofísica entre mi cuerpo y sus entrelazamientos causales en la naturaleza exterior al cuerpo, por un lado, y los transcursos subjetivos de sensaciones, los transcursos de aspectos, etc., por el otro. A este protocomponente de condicionalidades psicofísicas se agregan luego nuevas condicionalidades, que presuponen ya su constitución, mediante las anomalidades del cuerpo.