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Überlegen wir die Möglichkeit einer solipsistischen Welt, die wir bisher annahmen, etwas näher. Ich (jeder substituiere hier sein eigenes Ich) erfahre eine Welt, und sie sei genau dieselbe, die ich wirklich erfahre, alles bleibe gleich, nur daß in 5meinem Erfahrungsbereich alle Leiber fehlen sollen, die ich als Leiber fremder psychischer Subjekte auffassen könnte. Fehlt dieses apperzeptive Gebiet, so bestimmt es also auch nicht meine Dingauffassungen, und wofern es sonst in meiner wirklichen Erfahrung dieselben bestimmt, so fallen die zugehörigen 10Einschläge aus meinem nun modifizierten Weltbilde heraus. Im übrigen habe ich dieselben Empfindungsmannigfaltigkeiten, es erscheinen mir "dieselben" realen Dinge mit denselben Eigenschaften, sich, wenn alles gut stimmt, ausweisend als "wirklich seiend", andernfalls, wenn Unstimmigkeiten bekannter Art ausnahmsweise15 eintreten sich herausstellend als "anders" seiend oder gar nicht seiend. Scheinbar hat sich nichts Wesentliches geändert, scheinbar fehlt nur ein Stück meiner Erfahrungswelt, die animalische Welt sowie die Gruppe von Kausalitäten im Weltzusammenhang, die sie eben mit sich bringt. Dann denken 20wir aber, es treten plötzlich, in einem Zeitpunkt innerhalb der mit dieser solipsistischen Welt mitkonstituierten Zeit, in meinem Erfahrungsbereich Leiber auf, als Menschenleiber verstehbare und verstandene Dinge. Nun sind mit einem Mal und zum ersten Mal für mich Menschen da, mit denen ich mich verständigen kann. 25Und ich verständige mich mit ihnen über die Dinge, die in dem neuen Zeitabschnitt für uns gemeinsam da sind. Es zeige sich nun das sehr Merkwürdige, daß weitreichende Komplexe dinglicher Aussagen, die ich auf Grund der früheren Erfahrungen in der früheren Zeitstrecke gemacht habe, lauter Erfahrungen, 30die vortrefflich zusammenstimmten, von meinen jetzigen Genossen nicht bestätigt werden, daß sie diesen nicht etwa bloß fehlten (man braucht ja nicht alles gesehen zu haben, was andere gesehen haben und umgekehrt), sondern mit dem, was sie erfuhren, wie wir voraussetzen: notwendig einstimmig erfuhren 35und in fortgehender Bestätigung weiter erfahren, in konsequentem[80] Widerstreit stehen [Nota al pie: 1) Dieser Widerstreit darf allerdings kein vollkommener sein. Denn ein Grundbestand gemeinsamer Erfahrungen ist vorausgesetzt, damit überhaupt Wechselverständigung statthaben kann.]. Wie verhält es sich nun mit der ausgewiesenen Wirklichkeit des ersten Zeitabschnittes? Und mit mir selbst, dem empirischen Subjekt dieser Wirklichkeit? Die Antwort ist klar. Sowie ich den Genossen meine früheren Erlebnisse mitteile,5 und sie des konsequenten Widerstreits derselben mit ihrer, vermöge des einstimmigen Erfahrungsaustausches intersubjektiv konstituierten und stetig ausgewiesenen Welt inne werden, werde ich ihnen zu einem interessanten pathologischen Objekt, und meine so schön ausgewiesene Wirklichkeit10 heißt ihnen Halluzination eines bis zu diesem Zeitpunkt geisteskrank Gewesenen. Man denke sich die Vollkommenheit der Ausweisung meiner solipsistischen Welt so weit gesteigert, wie man will, an der beschriebenen Sachlage, deren ideale Möglichkeit doch außer Frage steht, ändert sich als einer apriorischen 15nichts.
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Consideremos más detenidamente la posibilidad de un mundo solipsista, que hasta aquí dimos por supuesta. Yo (cada uno lo sustituirá aquí por su propio yo) experimentaría un mundo, y éste sería exactamente el mismo que experimento realmente; todo permanecería igual, sólo que en mi dominio de experiencia habrían de faltar todos los cuerpos que pudiera aprehender como cuerpos de sujetos psíquicos ajenos. Si esta región aperceptiva falta, entonces, por ende, tampoco determina mis aprehensiones de cosas, y puesto que en todo caso en mi experiencia real sí las determina, los giros pertinentes quedarían fuera de mi imagen del mundo ahora modificada. Por lo demás, tengo las mismas multiplicidades de sensaciones, me aparecen "las mismas" cosas reales con las mismas propiedades, y se acreditan, cuando todo concuerda, como "realmente siendo", o en caso contrario, cuando por excepción intervienen discordancias de especie conocida, se ponen de manifiesto como siendo "distintas" o no siendo en absoluto. En apariencia no ha cambiado /112/nada esencial; en apariencia falta sólo un fragmento de mi mundo de experiencia: el mundo animal, así como los grupos de causalidades en el nexo del mundo que éste trae precisamente consigo. Pero pensemos entonces que repentinamente, en un punto temporal en el interior del tiempo co-constituido con este mundo solipsista, se presentan en mi dominio de experiencia cuerpos, cosas entendibles y entendidas como cuerpos de hombres. Ahora, de repente y por vez primera, hay para mí hombres, con los cuales puedo entenderme. Y me entiendo con ellos sobre las cosas, que en el nuevo periodo están ahí en común para nosotros. Entonces se mostraría algo muy notable: que extensos complejos de enunciaciones cósicas que yo he hecho sobre la base de las experiencias anteriores en los trechos temporales anteriores, experiencias todas que concordaban esmeradamente, no son confirmados por mis compañeros de ahora; que esas experiencias no meramente, digamos, les faltaban a ellos (en efecto, uno no necesita haber visto todo lo que otros han visto, y viceversa), sino que se encuentran en consecuente conflicto con lo que ellos experimentaron: lo que, como presuponemos, experimentaron de manera necesariamente concordante y siguen experimentando en continuada confirmación.[Nota al pie: h Este conflicto, sin embargo, no puede ser cabal. Pues para que pueda tener lugar un entendimiento mutuo está presupuesto un acervo básico de experiencias comunes.] [80]¿Qué pasa ahora con la acreditada realidad del primer periodo? ¿Y conmigo mismo, el sujeto empírico de esta realidad? La respuesta es clara. Tan pronto como le comunico a los compañeros mis experiencias anteriores, y ellos se percatan del consecuente conflicto de las mismas con su mundo constituido intersubjetivamente y constantemente acreditado gracias al intercambio concordante de experiencias, me vuelvo para ellos un interesante objeto patológico, y mi realidad tan lindamente acreditada se llama para ellos alucinación de alguien que hasta este momento ha estado loco. Piénsese la perfección de la acreditación de mi mundo solipsista tan ampliamente acrecentada como se quiera, en la situación descrita ---cuya posibilidad ideal está fuera de cuestión--- no cambia nada en cuanto situación apriórica.