I2 (18g) - Hua IV 85

10Sollen wir sagen [(Q.V.) f.], Gott sieht die Dinge, wie sie an sich sind, und wir durch Sinnesorgane, die eine Art verzerrender Brillen sind? Die Dinge sind erfüllter Raum mit absoluter Qualität, die wir nur nicht kennen? Aber sollen die Dinge dieselben sein, die uns so erscheinen, wie sie erscheinen, dann müßte doch eine Einheit 15der Verständigung zwischen Gott und uns möglich sein, wie zwischen verschiedenen Menschen nur durch Verständigung die Möglichkeit besteht zu erkennen, daß die Dinge, die der eine sieht, und die, die der andere sieht, dieselben sind. Aber wie wäre die Identifizierung denkbar als so, daß der supponierte20 absolute Geist die Dinge eben auch durch sinnliche Erscheinungen sieht, die ähnlich austauschbar sein müßten in einer Wechselverständigung --- oder mindestens einseitig --- wie unsere Erscheinungen zwischen uns Menschen. Dann wäre Gott eben farbenblind usw., und wir blind für seine Qualitäten. Hat es 25aber einen Sinn zu streiten, welches die richtigen Qualitäten sind? Die neuen Qualitäten wären wieder sekundär und würden genau so ausgeschaltet durch die Physik, die für alle dieselbe sein muß, wenn die Dinge dieselben sind. Natürlich müßte der absolute Geist zu Zwecken der Wechselverständigung auch einen Leib 30haben, also wäre ja auch die Abhängigkeit von Sinnesorganen da.
I2 (18g) 117 - Hua IV 85

¿Hemos de decir [(Q.V.) s.] que Dios ve las cosas como son en sí, y nosotros por medio de órganos sensoriales, que son una especie de lentes deformantes? ¿Son las cosas espacio lleno con cualidad absoluta, sólo que nosotros no la conocemos? Pero si estas cosas han de ser las mismas que a nosotros nos aparecen como aparecen, entonces ciertamente tendría que ser posible una unidad de entendimiento entre Dios y nosotros, así como, entre diferentes hombres, solamente mediante el entendimiento se da la /118/posibilidad de reconocer que las cosas que el uno ve y las cosas que el otro ve son las mismas. ¿Pero cómo sería pensable la identificación, dado que el espíritu absoluto supuesto también ve las cosas precisamente mediante apariciones sensibles, las cuales tendrían que ser intercambiables en un entendimiento mutuo ---o por lo menos unilateral--- de modo parecido a como lo son nuestras apariciones entre nosotros los hombres? Dios sería en tal caso precisamente ciego para los colores, etc., y nosotros ciegos para sus cualidades. ¿Pero tiene sentido debatir cuáles son las cualidades correctas? Las nuevas cualidades serían a su vez secundarias y serían justamente eliminadas por la física, que tiene que ser la misma para todos si las cosas son las mismas. Naturalmente, para los fines del entendimiento mutuo, el espíritu absoluto también tendría que tener un cuerpo, con lo cual también se presentaría en efecto la dependencia respecto de los órganos sensoriales.