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Genauer überlegt, haben wir hier (Q.V.) verschiedene Möglichkeiten. Entweder der Leib ist uns als materielle Wirklichkeit wahrnehmungsmäßig gegeben ohne irgend ein Bewußtsein von Täuschung. Dann sehen wir nicht ein "Gespenst", sondern30 einen wirklichen Menschen. Besteht andererseits das Bewußtsein der Täuschung hinsichtlich der Materialität, so werden wir auch den Menschen als Täuschung preisgeben, aber darum doch nicht von einem Gespenst sprechen. Als Täuschung, denn die Erfahrung lehrt, daß nur an materielle Leiber und nicht etwa 35an bloße subjektive oder intersubjektive Raumphantome (pure räumliche Schemata) reale Geistigkeit angeknüpft sei, und ihr folgend gehört uns materieller Leib und Seele notwendig zusammen in der Idee eines wirklichen Menschen. Aber diese Notwendigkeit ist nur eine empirische. An sich wäre der Fall denkbar,[95] und der ergäbe ein wirkliches Gespenst, daß ein seelisches Wesen erschiene und wirkliche wäre, dem ein materieller Leib, ein normales Naturding als Unterlage der seelischen Bestimmtheiten, fehlte. Darin liegt noch keineswegs, daß überhaupt5 ein Leib fehlte und fehlen könnte. Wir erkannten ja, daß die spezifisch materiellen Bestimmtheiten in den unter dem Titel "pures Schema" erfaßten fundiert und zugleich von diesen einseitig ablösbar sind. Ein Gespenst ist dadurch charakterisiert, daß sein Leib pures "räumliches Phantom" ist, ohne alle materiellen10 Eigenschaften, die vielmehr, soweit sie überhaupt miterscheinen, bewußtseinsmäßig durchgestrichen sind, charakterisiert als Unwirklichkeiten
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Considerado con más exactitud, tenemos aquí (Q.V.) diferentes posibilidades. O el cuerpo nos está dado perceptivamente como realidad material sin ninguna conciencia de engaño. Entonces no vemos un "espectro", sino un hombre real. Por otro lado, si existe la conciencia del engaño respecto de la materialidad, entonces también renunciaremos al hombre en cuanto engaño, pero por eso no hablamos ciertamente de un espectro. En cuanto engaño, pues la experiencia enseña que la espiritualidad real solamente está enlazada con cuerpos materiales y no acaso con meros fantasmas espaciales subjetivos o intersubjetivos (puros esquemas espaciales), y siguiendo esa experiencia, para nosotros cuerpo material y alma se conciertan necesariamente en la idea de un hombre real. Pero esta necesidad es sólo una necesidad empírica. En sí sería pensable el caso [95](y este caso haría patente un espectro real) de que un ser anímico apareciera y fuera real faltándole un cuerpo material, una cosa normal de la naturaleza como soporte de las determinaciones anímicas. De aquí no se deriva aún en modo alguno que en general un cuerpo falte y pueda faltar. Reconocimos, en efecto, que las determinaciones específicamente materiales se fundan en las captadas bajo el título /130/"puro esquema" y a la vez son unilateralmente desprendibles de éstas. Un espectro se caracteriza porque su cuerpo es puro "fantasma espacial", sin ningunas propiedades materiales, las cuales más bien, cuando co-aparecen, están concientemente tachadas, caracterizadas como irrealidades.