I2 (26) - Hua IV 108

Was wir als reines Ich in absoluter Klarheit und Zweifellosigkeit zu erfassen bekommen, ist nicht von diesem postulierten Modus [das Ichmodus als dumpfes Ich: (Q.V.)]. Nehmen wir es also, wie wir es in dieser völligen Klarheit haben, so ist das jedenfalls gewiß, daß es 5auftreten und auch nicht auftreten kann. Nichts hindert uns dabei zu denken, daß, was uns als Unterbrechung des wachen Bewußtseins vertraut ist, sich endlos ausdehne. Keine Wesensnotwendigkeit spricht dagegen, daß ein Bewußtsein durchaus ein dumpfes sei.
I2 (26) 144 - Hua IV 108

Lo que nosotros logramos captar como yo puro con absoluta claridad e indubitabilidad, no es de este modo aquí postulado [el modo del yo como yo sordo: (Q.V.)]. Si lo tomamos por tanto como lo tenemos en esta claridad completa, entonces es en todo caso cierto que puede presentarse y también no presentarse. Nada nos impide pensar, en tal caso, que lo que a nosotros nos es conocido como interrupción de la conciencia despierta, se extiende sin fin. Ninguna necesidad de esencia habla en contra de que una conciencia sea por completo sorda.