I2 (30) - Hua IV 121

Das seelische Ich, bzw. die Seele ist eine ganz anders, prinzipiell ebenfalls auf einen monadischen Bewußtseinszusammenhang bezogene Einheit als das reine Ich. Was in ihm wesentlich liegt, das erkennen wir, wenn wir von der 5psychologischen Ich-Idee, von der Rede von menschlichen, überhaupt animalischen Subjekten ausgehen und uns gemäß unserer Methode den Sinn dieser Rede durch Rückgang auf die ausweisende Erfahrung klären. Es ist dann ersichtlich, daß unter diesem seelischen Ich, etwa dem menschlichen, aber unter 10Ausschluß der Leiblichkeit nicht gemeint ist der monadische Fluß, der erfahrungsmäßig zu diesem Leib gehört, und auch nichts in diesem Fluß als reelles Moment Vorkommendes, sondern eine zwar wesentlich auf ihn bezogene, aber ihm in gewissem Sinne transzendente Einheit.
I2 (30) 159 - Hua IV 121

El yo anímico, o el alma, es una unidad enteramente distinta del yo puro, aunque igualmente referida por principio a un nexo de conciencia monádico. Reconocemos lo que yace esencialmente en él cuando partimos de la idea-de-yo psicológica, de las expresiones relativas a sujetos humanos, en general a sujetos animales, y conforme a nuestro método nos aclaramos el sentido de estas expresiones mediante el retroceso a la experiencia acreditante. Se echa de ver entonces que bajo este yo anímico, digamos el humano, pero excluyendo la corporalidad, no está mentado el flujo monádico que conforme a la experiencia pertenece a este cuerpo, y tampoco nada que se presente en este flujo como momento /160/efectivo, sino una unidad que está en efecto referida esencialmente a él pero que en cierto sentido le es trascendente.