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müssen wir uns völlig klar darüber sein, daß Lokalisation von 20Empfindnissen in der Tat etwas prinzipiell anderes ist als Extension aller materiellen Dingbestimmungen. Sie breiten sich zwar im Raume aus, bedecken in ihrer Art Raumflächen, durchlaufen sie u.dgl. Aber diese Ausbreitung und Hinbreitung ist eben etwas 25wesentlich anderes als Ausdehnung im Sinne all der Bestimmungen, die die res extensa charakterisieren. Das Empfindnis, das sich über die Handfläche und in sie hinein verbreitet ist nicht eine reale Dingbeschaffenheit (immer im Rahmen der Anschauungen und ihrer Gegebenheiten gesprochen) so wie die 30Rauhigkeit der Hand, ihre Farbe usw. Die letzteren realen Dingeigenschaften konstituieren sich durch sinnliches Schema und Abschattungsmannigfaltigkeiten. Für das Empfindnis hat es von dergleichen zu sprechen gar keinen Sinn. Drehe ich die Hand, nähere ich oder entferne ich sie, so ist mir z.B. die unveränderte35 Farbe der Hand immer wieder anders gegeben, sie stellt sich eben dar, und die erst konstituierte Farbe (die des sinnlichen Schemas) bekundet eine reale optische Eigenschaft der Hand. [150]Auch die Rauhigkeit stellt sich dar, taktuell in mannigfaltigen stetig ineinander übergehenden Tastempfindungen, zu deren jeder eine Ausbreitung gehört. Die Tastempfindnisse aber, die Empfindungen, die stetig wechselnd auf der tastenden Fingerfläche5 liegen, sind, so wie sie da flächenverbreitet liegen, nichts durch Abschattung und Schematisierung Gegebenes. Sie gehören gar nicht in das sinnliche Schema hinein.
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tenemos que tener completamente en claro que la localización de las ubiestesias es de hecho algo por principio distinto de la extensión de todas las determinaciones materiales de cosa. Ciertamente, aquéllas se difunden en el espacio, cubren a su manera superficies de espacio, las recorren, etc. Pero esta difusión y propagación es precisamente algo esencialmente distinto de la extensión en el sentido de todas las determinaciones que caracterizan la res extensa. La ubiestesia que se dilata sobre la palma de la mano y hacia dentro de ella no es una contextura real de cosa (hablando siempre en el marco de las intuiciones y sus daciones) como la aspereza de la mano, su color, etc. Las últimas propiedades de cosa reales se constituyen a través de un esquema sensible y multiplicidades de matización. Para la ubiestesia no tiene ningún sentido hablar de algo semejante. Si volteo la mano, si la acerco o la alejo, entonces, por ejemplo, el color inalterado de la mano me está dado siempre de modo distinto, precisamente se exhibe, y el color inicialmente constituido (el del esquema sensible) manifiesta una propiedad óptica real de la mano. [150]También la aspereza se exhibe, táctilmente, en múltiples sensaciones táctiles que se mudan continuamente una en otra, a cada una de las cuales pertenece una difusión. Pero las ubiestesias táctiles, las sensaciones que de modo continuamente cambiante se hallan en la superficie del dedo que palpa, no son, tal como allí se hallan dilatadas en la superficie, nada dado a través de matización y esquematización. No pertenecen en absoluto al esquema sensible.