I2 (4) - Hua IV 8

Verstehen wir unter "Werten", "Werthalten" das Gemütsverhalten, und 30zwar als ein solches, in dem wir leben, so ist es kein theoretischer Akt. Verstehen wir es, wie es äquivokerweise oft geschieht, als ein urteilsmäßig Für-wert-halten, ev. über den Wert prädizieren, so ist ein theoretisches und nicht ein Gemütsverhalten damit ausgedrückt. Im letzteren Fall, in der 35Beurteilung als Wert, so wie sie aus der Einstellung der rein genießenden Hingabe hervorgegangen ist, ist das Kunstwerk in ganz anderer Weise gegenständlich: es ist Angeschautes, aber [9]nicht nur sinnlich Angeschautes (wir leben nicht im Vollzug des Wahrnehmens) sondern axiologisch Angeschautes. In der aktiven Hingegebenheit des ästhetischen "Gefallend-damit-beschäftigt-seins", der als Akt verstandenen ästhetischen5 Freude ist, sagten wir, das Objekt Objekt des Genießens. Andererseits im ästhetischen Beurteilen, Abschätzen ist es nicht mehr in bloß genießender Hingabe Objekt, sondern Objekt im besonderen doxothetischen Sinne: das Angeschaute ist im eigenschaftlichen (So-sein konstituierenden) Charakter der ästhetischen10 Erfreulichkeit gegeben. Das ist eine neue "theoretische" Objektivität, und zwar eine eigentümliche von höherer Stufe.
I2 (4) 38 - Hua IV 8

Si entendemos por "valorar", "apreciar", el comportamiento emotivo, y justamente como un comportamiento en el cual vivimos, entonces no se trata de un acto teórico. Si lo entendemos, como equívocamente sucede con frecuencia, como un tener-por-valioso judicativo, eventualmente como un predicar sobre el valor, entonces con ello se expresa un comportamiento teórico y no un comportamiento emotivo. En el último caso, en el juicio sobre el valor, tal como nace de la actitud del abandono puramente disfrutante, la obra de arte es objetiva de una manera totalmente distinta: es intuida, pero [9]no solamente intuida sensiblemente (no vivimos en la ejecución de la percepción), sino axiológicamente intuida. En el abandonarse activo del estético "estar-ocupado-con-ella-en-el-agrado", del gozo estético entendido como acto, el objeto, dijimos, es objeto del disfrute. Por otro lado, en el juzgar estético, en el estimar, ya no es objeto en el mero abandono disfrutante, sino objeto en el sentido particular doxotético: lo intuido está dado con el carácter de la amenidad estética como propiedad suya (constituyente de su ser-así). Esta es una nueva objetividad "teórica", y justamente una objetividad peculiar de nivel superior.