I2 (42) - Hua IV 161

Suchen wir nun kurz zusammenfassend zu charakterisieren, wie sich dem solipsistischen Subjekt ein Leib konstituiert, so finden wir:

1.) Von "innen" her gesehen --- in "Inneneinstellung" --- 5erscheint er als frei bewegliches Organ (bzw. als System solcher Organe), mittels dessen das Subjekt die Außenwelt erfährt; ferner als Träger der Empfindungen und dank der Verflechtung, die sie mit dem gesamten übrigen Seelenleben eingehen, als mit der Seele eine konkrete Einheit bildend.

102.) Von außen betrachtet --- in der "Außeneinstellung" --- steht er da als eine Realität eigener Art; nämlich einmal als ein materielles Ding von besonderen Erscheinungsweisen, das "eingeschaltet" ist zwischen die übrige materielle Welt und die "subjektive" Sphäre (das Subjekt samt dem unter 1. Erwähnten): 15als Zentrum, um das sich die übrige Raumwelt gruppiert; als in kausalen Beziehungen zur realen Außenwelt stehend, zugleich aber als "Umschlagspunkt", in dem die kausalen Beziehungen sich in konditionale zwischen Außenwelt und leiblichseelischem Subjekt umsetzen, und vermöge dessen als zugehörig20 zu diesem Subjekt und seinen spezifisch leiblichen und den damit verbundenen seelischen Eigenschaften. Das in Außeneinstellung und das in Inneneinstellung Konstituierte ist miteinander da: kompräsent.

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Si buscamos ahora caracterizar resumidamente cómo se constituye un cuerpo para el sujeto solipsista, encontramos:

1) Visto desde el "interior" ---en "actitud interna"--- aparece como órgano libremente movible (o como sistema de tales órganos), mediante el cual el sujeto experimenta el mundo externo; aparece además como portador de las sensaciones y, gracias /201/al entrelazamiento que éstas consienten con el resto de la vida del alma en su totalidad, formando con el alma una unidad concreta.

2) Considerado desde fuera ---en la "actitud externa"--- se halla como una realidad de especie propia; a saber, en un caso como una cosa material de modos de aparición particulares, que está "insertada" entre el resto del mundo material y la esfera "subjetiva" (el sujeto junto con lo mencionado en (1)): como centro alrededor del cual se agrupa el resto del mundo espacial, y estando en relaciones causales con el mundo externo real; a la vez, empero, como "punto de transbordo" en el que las relaciones causales se traducen en relaciones condicionales entre el mundo externo y el sujeto anímico-corporal, y, gracias a esto, como inherente a este sujeto y a sus propiedades específicamente corporales y a las anímicas enlazadas con ellas. Lo constituido en actitud externa y lo constituido en actitud interna están ahí uno con otro: copresentes.