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Schon seit Jahrzehnten machen sich gegenüber der dem naturwissenschaftlichen Zeitalter selbstverständlichen naturalistischen Deutung der Geisteswissenschaften als bloßer deskriptiver Naturwissenschaften 30Reaktionen geltend. An erster Stelle hat sich hier Dilthey unvergängliche Verdienste erworben. Er war es, der hier zuerst [173]der wesentlichen Unterschiede inne wurde und sich auch zuerst zu lebendigem Bewußtsein brachte, daß die moderne Psychologie, eine Naturwissenschaft vom Seelischen, unfähig sei, den konkreten Geisteswissenschaften die von ihnen gemäß ihrem eigentümlichen5 Wesen geforderte wissenschaftliche Grundlegung zu geben. Es bedarf einer neuen und wesentlich andersartigen "Psychologie", einer allgemeinen Wissenschaft vom Geiste, die nicht "psychophysisch", nicht naturwissenschaftlich ist. Dilthey, ein Mann genialer Intuition, aber nicht streng wissenschaftlicher 10Theoretisierung, erschaute zwar die zielgebenden Probleme, die Richtungen der zu leistenden Arbeit: aber zu den entscheidenden Problemformulierungen und methodisch sicheren Lösungen drang er noch nicht durch, so große Fortschritte er gerade in den Jahren der Altersweisheit darin machte.
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Ya desde hace décadas se hacen valer reacciones frente a la interpretación naturalista de las ciencias del espíritu como meras ciencias descriptivas de la naturaleza, interpretación comprensible de suyo para la época científico-natural. En primera línea, Dilthey se ha ganado aquí un mérito imperecedero. El fue aquí el primero[173] en percatarse de las diferencias esenciales, y también el primero en alcanzar viva conciencia de que la psicología moderna, una ciencia natural de lo anímico, era incapaz de suministrar a las ciencias del espíritu concretas la fundación científica que reclaman conforme a su esencia peculiar. Es menester una "psicología" nueva y de especie esencialmente distinta, una ciencia general del espíritu que no es "psicofísica" ni es científico-natural. Dilthey, un hombre de intuición genial, /218/pero no de una teorización rigurosamente científica, vio en verdad los problemas que entrañaban metas susceptibles de ser alcanzadas, las direcciones del trabajo que había que llevar a cabo: pero no llegó a penetrar en las formulaciones decisivas de los problemas ni en las soluciones metódicamente seguras, por grandes progresos que haya hecho en ello justamente en los años de sabiduría de su vejez.