I2 (49b) - Hua IV 177

Es ist insbesondere zu sehen, daß mit solcher Einstellungsänderung (Q.V.), solcher Ablösung des vordem als seelisch Aufgefaßten vom physischen Leibe, alle Einordnung in die objektive Welt, in den Weltraum 35und in die Weltzeit verloren geht. Die Seele ist im Leibe und dort, wo der Leib jetzt gerade ist. Dort sind auch die und die Gruppen von Bewußtseinszuständen, die und die Vorstellungen,[178] Denkregungen, Urteile usw. Als Akte und Zustände etwa dieser Katze, die durch ihren Leib ihre Stelle im objektiven Raume hat, hat ja auch alles, was mit der Katze real eins ist, möge es auch in sich nichts von Extension haben, seine Stelle.
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En particular puede verse que con tal cambio de actitud (Q.V.), con tal desprendimiento de lo previamente aprehendido como anímico del cuerpo físico, se pierde toda inserción en el mundo objetivo, en el espacio del mundo y en el tiempo del mundo. El alma está en el cuerpo y allí donde el cuerpo está justamente ahora. Allí están también tales y cuales grupos de estados de conciencia, tales y cuales [178] representaciones, mociones de pensamiento, juicios, etc. En cuanto actos y estados de este gato, digamos, que mediante su cuerpo tiene su sitio en el espacio objetivo, también tiene en efecto su sitio todo lo que con el gato es realmente uno, aunque en sí mismo no tenga nada de extensión.