I2 (49b) - Hua IV 178

5Sowie das Bewußtsein die apperzeptive Auffassung als seelische Zuständlichkeit, als Schicht am Leibe verliert, (Q.V.) sowie es rein gesetzt ist als es selbst in phänomenologischer (wenn auch nicht gleich eidetischer) Reduktion, entfällt seine empirische Einordnung in den objektiven Raum. Man kann das auch so ausdrücken: 10das Bewußtsein in sich, etwa diese einzelne cogitatio in ihrem Zusammenhang, ist denkbar ohne eine Natur, die Naturapperzeption selbst kann als "Dies da!" in sich selbst gesetzt sein; es ist aber denkbar, daß sie, genauer daß die in ihr liegende Setzung der Natur überhaupt keine Ausweisung erfahren kann, 15daß es eine Natur gar nicht gibt. Nun, dann ist auch kein objektiver Raum, und das Bewußtsein ist als naturhaft seiend (als Zustand eines animal) nicht setzbar, es ist absolut unräumlich.
I2 (49b) 223 - Hua IV 178

Tan pronto como la conciencia pierde la aprehensión aperceptiva como estado anímico, como estrato en el cuerpo, (Q.V.) tan pronto como está puramente puesta como ella misma en la reducción fenomenológica (aunque ésta no sea a la vez eidética), se cancela su inserción empírica en el espacio objetivo. Esto también puede expresarse así: la conciencia en sí, digamos esta cogitatio singular en su nexo, es pensable sin una naturaleza; la apercepción misma de la naturaleza puede ser puesta en sí misma como "¡esto aquí!"; es, sin embargo, pensable que ella, más exactamente, que la posición de la naturaleza que yace en ella, no pueda experimentar en general ninguna acreditación, que no haya en absoluto una naturaleza. Ahora bien, entonces /224/tampoco hay un espacio objetivo y la conciencia no es susceptible de ser puesta como existente natural (como estado de un animal), sino que es absolutamente inespacial.