I2 (49e) - Hua IV 181

Zu den seelischen Zuständen gehören auch die Akte, in denen 30der Mensch von sich und seinen Nebenmenschen und von der sonst umgebenden realen Wirklichkeit ein Bewußtsein hat, sie vor sich sieht, von ihnen Kenntnis nimmt, auf sie in niederem oder höherem Denken bezogen ist, oder auch bezogen ist in den Weisen des Gemütes und des Willens. Hierher gehören 35z.B. die Akte, in denen er physische Naturwissenschaft, Psychologie, Geschichte usw. treibt, oder auch sich als handelnder Mensch im praktischen Leben betätigt, die Dinge seiner Umwelt in Gebrauch nimmt, sie nach seinen Zwecken umgestaltet, sie dabei nach ästhetischen, ethischen, utilitarischen [182]Gesichtspunkten wertet, oder in denen er sich mit seinen Nebenmenschen in kommunikative Beziehung setzt, mit ihnen spricht, Briefe schreibt, von ihnen in der Zeitung liest, sich mit ihnen zu gemeinsamen Taten verbindet, ihnen Versprechen abgibt usw. 5Eine Unzahl merkwürdiger Beziehungen zwischen dem Subjekt und seiner "Umwelt" gehören hierher, alle darin gründend, daß der Mensch von sich, seinen Nebenmenschen und von einer ihnen allen gemeinsamen Umwelt "weiß". Diese Umwelt enthält nicht bloße Dinge, sondern Gebrauchsobjekte (Kleider, 10Hausgeräte, Waffen, Werkzeuge), Kunstwerke, literarische Produkte, Mittel religiöser, rechtlicher Handlungen (Siegel, Amtsketten, Krönungsinsignien, kirchliche Symbole usw.); und sie enthält nicht nur einzelne Personen: die Personen sind vielmehr Glieder von Gemeinschaften, von personalen Einheiten 15höherer Ordnung, die als Ganze ihr Leben führen, sich bei Zutritt oder Abgang von einzelnen in der Zeit fortdauernd erhalten, ihre Gemeinschaftsbeschaffenheiten haben, ihre sittlichen und rechtlichen Ordnungen, ihre Weisen des Funktionierens im Zusammenwirken mit anderen Gemeinschaften und mit 20einzelnen Personen, ihre Abhängigkeiten von Umständen, ihre geregelte Veränderlichkeit, ihre Art sich zu entwickeln oder sich zeitweise konstant zu erhalten je nach den bestimmenden Umständen. Die Glieder der Gemeinschaft, der Ehe und der Familie, des Standes, des Vereines, der Gemeinde, des Staates, der 25Kirche usw. "wissen" sich als ihre Glieder, finden sich von ihr bewußtseinsmäßig abhängig und ev. auf sie bewußtseinsmäßig rückwirkend.
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A los estados anímicos pertenecen también los actos en los cuales el hombre tiene conciencia de sí y de sus congéneres y de toda otra realidad real en torno suyo; los ve ante sí, toma conocimiento de ellos, está referido a ellos en el pensar ordinario o elevado, o también está referido en las maneras del afecto y la voluntad. A estos actos pertenecen, por ejemplo, aquellos en los que el hombre ejerce la ciencia física de la naturaleza, la psicología, la historia, etc., o también actúa como hombre de acción en la vida práctica, hace uso de las cosas de su mundo circundante, las remodela de acuerdo con sus fines y a la vez las valora de acuerdo con puntos de vista estéticos, éticos, utilitarios; [182] o aquellos actos en los cuales se pone en relación comunicativa con sus congéneres, habla con ellos, escribe cartas, lee acerca de ellos en el periódico, se enlaza con ellos en actividades comunes, les hace promesas, etc. Se incluye aquí un sinnúmero de notables relaciones entre el sujeto y su "mundo circundante", todas ellas fundadas en el hecho de que el hombre "sabe" de sí, de sus congéneres y de un mundo circundante común a todos ellos. Este mundo circundante no contiene meras cosas, sino objetos de uso (vestidos, enseres domésticos, armas, herramientas), obras de arte, productos literarios, utensilios para las ceremonias religiosas o judiciales (sellos, collares de dignatarios, insignias de coronación, símbolos eclesiásticos, etc.); y contiene no solamente personas singulares: las personas son más bien miembros de comunidades, de unidades personales de orden superior que tienen su vida en cuanto todos, se mantienen persistiendo en el tiempo pese al ingreso o la salida de personas singulares, tienen/228/ sus contexturas comunitarias, sus ordenamientos morales y jurídicos, sus modos de funcionamiento en la colaboración con otras comunidades y con personas singulares, sus dependencias de circunstancias, su alterabilidad regulada, su modo de desarrollarse o de mantenerse constantes en el tiempo según las circunstancias determinadas del caso. Los miembros de la comunidad, del matrimonio y de la familia, de la clase social, de la unión, del municipio, del Estado, de la Iglesia, etc., se "saben" sus miembros, se encuentran concientemente dependientes de ellos y eventualmente repercutiendo concientemente en ellos.