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5Wir haben die Person und ihre persönlichen Verhaltungsweisen oben zunächst als Bestandstücke der menschlichen Natur aufgeführt. In der Tat, naturalistisch angesehen ist alles Bewußtsein, überhaupt alles Erleben leiblich fundiert, also auch der Gesamtbestand des die Welt mit allen ihren Eigenschaften10 in den Personen intentional Konstituierenden. Die Person sieht um sich Dinge: alle die Dingauffassungen, Dingsetzungen mit ihren Beständen an noetischen Stoffen und Formen sind Seelisches (Physio-psychisches). Ebenso, sie wertet das Ding, sie faßt es als Schönes oder Nützliches, als Kleidungsstück, 15als Trinkbecher usw. auf, und als das steht es ihr wahrnehmungsmäßig da. Die auf die Gemüts- und Willenssphäre zurückgehenden Apperzeptionen und alles, was zu ihnen gehört, die sinnlichen Gefühle und Triebe, die auf die Dinge bezogenen Modi des wertenden und praktischen Bewußtseins, alles gehört 20in der Naturbetrachtung phänomenal zum Menschen als beseeltem Leibe. Ebenso hinsichtlich aller sozialen Akte. Die ganze Sozialität geht den Psychologen und allgemeiner den Naturforscher an, aber nur an als ein Inbegriff von physischen Körpern mit zugehörigen seelischen Fundierungen, wobei sich 25auf dem mittelbaren Wege, den solche Fundierungen vorschreiben, auch interhumane Kausalitäten herstellen: die interphysischen Kausalbeziehungen ermöglichen durch die an die einzelnen Leiber verteilten Reizerregungen und die an sie funktionell sich unmittelbar knüpfenden aesthesiologisch-seelischen Vorkommnisse30 auch das reale Auftreten von Seelenerlebnissen des "Wechselverständnisses" und in weiterer Folge von den Erlebnissen des sozialen Bewußtseins. All das sind hier also besondere Naturfakta, nicht anders als sonstige Wahrnehmungs- und Wissensfakta, die in eins mit dem Leibe auftreten und mit 35einem solchen Inhalt, daß das zugehörige Ich ein Bewußtsein von den und den Dingen als zu ihm so und so orientierten, ihm in den und den sinnlichen Qualitäten erscheinenden usw. hat. Also die sämtlichen Persönlichkeitsfakta treten in dieser naturalistischen Betrachtungsweise eben als Naturfakta auf [185]und fordern als solche ihre naturwissenschaftliche Betrachtung. Letztlich führt diese offenbar in die Domäne der physischen Natur, ist also in dem guten ursprünglichen Sinne psycho-physische. Die personalen seelischen Daten bilden nur einen Teil 5seelischer und überhaupt natürlicher Daten: vom Standpunkte der Natur ist alles Persönliche etwas Untergeordnetes.
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Hemos introducido arriba a la persona y sus maneras de comportamiento personales como partes integrantes de la naturaleza humana. De hecho, visto de modo naturalista, toda conciencia, en general todo vivenciar, está corporalmente fundado, esto es, por tanto, también el acervo total de lo que en las personas constituye intencionalmente el mundo con todas sus propiedades. La persona ve cosas alrededor suyo: todas las aprehensiones de cosas, las posiciones de cosas con sus componentes de materias y formas noéticas, son algo anímico (fisio-psíquico). Igualmente, la persona valora la cosa, la /230/concibe como algo bello o útil, como prenda de vestir, como vaso para beber, etcétera, y ésta está como tal ahí perceptivamente para ella. Las apercepciones que se retrotraen a las esferas de la emoción y de la voluntad y todo lo que a ellas pertenece, los sentimientos e impulsos sensibles, los modos de la conciencia valorativa y práctica referidos a las cosas, todo ello, en la consideración de la naturaleza, pertenece fenomenalmente al hombre en cuanto cuerpo animado. E igualmente respecto de todos los actos sociales. La socialidad entera le concierne al psicólogo, con más generalidad, al investigador de la naturaleza, pero solamente como una suma de cuerpos físicos con fundaciones anímicas inherentes, donde, por la vía mediata que tales fundaciones prescriben, también se producen causalidades interhumanas: las relaciones causales interfísicas posibilitan también, mediante las excitaciones de estímulos distribuidas en los cuerpos singulares y los sucesos estesiológicos-anímicos que funcionalmente se vinculan inmediatamente a ellas, el surgimiento real de vivencias anímicas de "entendimiento mutuo" y en ulterior consecuencia de las vivencias de la conciencia social. Todos éstos son aquí, por ende, facta particulares de la naturaleza, no distintos de los demás facta de la percepción y del saber, que se presentan a una con el cuerpo y con un contenido de tal índole que el yo inherente tiene conciencia de tales y cuales cosas en cuanto orientadas a él así y asá, aparentes a él con tales y cuales cualidades sensibles, etc. Así pues, los facta de la personalidad en su conjunto se presentan, en esta manera de consideración naturalista, precisamente como facta de la naturaleza[185] y reclaman como tales su consideración científico-natural. En última instancia, ésta nos lleva obviamente al dominio de la naturaleza física, y es por ende psico-física en el buen sentido primigenio. Los datos anímicos personales forman solamente una parte de los datos anímicos y en general de los datos naturales: desde el punto de vista de la naturaleza, todo lo personal es algo subordinado.