I2 (53) - Hua IV 210

Änderung der Einstellung besagt nichts anderes als: thematischer Übergang von einer Auffassungsrichtung in eine andere, 20denen korrelativ verschiedene Gegenständlichkeiten entsprechen. Uns handelt es sich hier [im Gegensatz der naturalistischen und personalistischen Einstellungen] um radikale Änderungen solcher Art, um Übergänge in Auffassungen von grundverschiedenem phänomenologischen Typus. Also ist unsere Frage die, ob solche Unterschiede der Auffassung und demgemäß der "Erfahrung" 25hier vorliegen, denen entsprechend die Noemen mit ihren noematischen Gegenständlichkeiten (die erfahrenen "als solche") grundverschieden sind; oder, mit Beziehung auf die Zusammenhänge möglicher Erfahrungsausweisung und darauf zu basierender Erfahrungserkenntnis, ob die beiderseitigen Gegenstände 30grundverschiedenen "Regionen" angehören. Handelt es sich wirklich um zweierlei Welten, um die "Natur" auf der einen, die Geisteswelt auf der anderen Seite, beide durch kardinale Seinsunterschiede gesondert? Das braucht nicht zu besagen und soll das auch nicht, daß die beiden Welten gar nichts miteinander 35zu tun haben, daß ihre Sinne nicht Wesensbeziehungen zwischen ihnen herstellen. Wir kennen ja sonst kardinale Unterschiede von "Welten", die doch durch Sinnes- und Wesensbeziehungen vermittelt sind. Wir könnten hinweisen auf das Verhältnis von Ideenwelt und Erfahrungswelt oder auf das Verhältnis der [211]"Welt" des reinen, phänomenologisch reduzierten Bewußtseins zur Welt der in ihm konstituierten transzendenten Einheiten; oder der Welt der Dinge als Erscheinungen (der Dinge der "sekundären" Qualitäten) und der Welt der physikalischen 5Dinge. Alle solchen Unterschiede hängen mit kardinalen Unterschieden der "Einstellung", mit grundverschiedenen Auffassungs-, bzw. Erfahrungsarten zusammen, und die korrelativen Gegenständlichkeiten, so grundverschieden sie sind, sind doch durch Sinnesbeziehungen vermittelt, die schon in den Bezeichnungen 10hervortreten: die Dinge als Erscheinungen sind eben Erscheinungen von Dingen der Physik, das reine Bewußtsein konstituierend für die oder jene konstituierten Einheiten usw.
I2 (53) 257 - Hua IV 210

Cambio de actitud no quiere decir otra cosa que: transición temática de una dirección de la aprehensión a otra, a la cual corresponden correlativamente objetividades diferentes. Para nosotros aquí [en la contraposición de las actitudes naturalista y personalista] se trata de cambios radicales de esa índole, de transiciones a aprehensiones de tipo fenomenológico fundamentalmente diferente. Por tanto, nuestra cuestión es si aquí comparecen tales diferencias de la aprehensión, y por ende de la "experiencia", en correspondencia con las cuales los nóemas con sus objetividades noemáticas (las experimentadas "como tales") son fundamentalmente diferentes; o, con referencia a los nexos de la acreditación experimental posible y el conocimiento de experiencia que ha de basarse en ella, si los objetos de ambos lados pertenecen a "regiones" fundamentalmente diferentes. ¿Se trata realmente de dos mundos, de la "naturaleza" por un lado, el mundo del espíritu por el otro, separados ambos por cardinales diferencias de ser? Esto no necesita significar, y no debe hacerlo tampoco, que ambos mundos no tienen nada que ver uno con el otro, que sus sentidos no establecen referencias esenciales entre ellos. Conocemos, en efecto, otras diferencias cardinales de "mundos", que sin embargo están mediadas por referencias de sentido y de esencia. Podríamos mencionar la relación del mundo de las ideas y el mundo de la experiencia o la relación del [211]"mundo" de la conciencia pura, fenomenológicamente reducida, con el mundo de las unidades trascendentes constituidas en él; o la del mundo de las cosas como apariciones (las cosas de las cualidades "secundarias") y el mundo de las cosas físicas. Todas estas diferencias están en conexión con diferencias cardinales de "actitud", con especies de aprehensión o de experiencia fundamentalmente diferentes, y las objetividades correlativas, por fundamentalmente diferentes que sean, están sin embargo mediadas por referencias de sentido que ya resaltan en las designaciones: las cosas como apariciones son precisamente apariciones de las cosas de la física, la conciencia pura es constituyente para estas o aquellas unidades constituidas, y así sucesivamente.