I2 (54) - Hua IV 212

Der Leib hat freilich seine besonderen Tugenden gegenüber anderen Dingen, um derentwillen er in einem ausgezeichneten Sinne "subjektiv" ist, nämlich als Träger der Sinnesfelder, als [213]Organ freier Bewegungen, somit als Willensorgan, als Träger des Zentrums und der Grundrichtungen der räumlichen Orientierung; aber all das sind Ichlichkeiten von Gnaden der ursprünglichen Ichlichkeiten. Wie die 5Objekte Objekte für das Ich sind, seine weltliche Umgebung sind, vermöge seiner Auffassungen, Erfahrungssetzungen etc. (nämlich als darin im Modus "seiend" gegebene Einheiten), so ist auch dieser Leib mein Leib, und zwar auch in dem fühlbaren besonderen Sinne mein, weil ich schon bin und ihm die 10besonderen Tugenden gewissermaßen verleihe; z.B. das Zentrum der Orientierung gehört zum noematischen Gehalt meiner Leib-Dingwahrnehmung als solcher, und in der Erfahrungssetzung gehört es zur anschaulich konstituierten Objektivität Leib, also zu einer Stufe von Erscheinungen, die schon konstituierte 15Erscheinung ist. Somit ist sie von des Ich (bzw. von der ichlichen originären Anschauung) Gnaden --- was natürlich nicht heißt: aus des Ich zufälliger Willkür
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El cuerpo tiene ciertamente sus virtudes particulares frente a otras cosas, y por mor de ellas es "subjetivo" en un sentido señalado, a saber, como portador de los campos sensoriales, como[213] órgano de movimientos libres, es decir, como órgano de la voluntad, como portador del centro y de las direcciones fundamentales de la orientación espacial; pero todo ello son yoidades merced a las yoidades primigenias. Así como los objetos son objetos para el yo, son su entorno mundano, gracias a sus aprehensiones, posiciones de experiencia, etc. (a saber, como unidades dadas ahí en el modo de "existentes"), así también este cuerpo es mi cuerpo, y justamente también mío en el sentido particular palpable, porque yo ya soy y en cierta manera le confiero a él las virtudes particulares; por ejemplo, el centro de la orientación pertenece al contenido noemático de mi percepción-de-cosa-cuerpo como tal, y en la posición de experiencia pertenece a la objetividad intuitivamente constituida cuerpo, esto es, a un nivel de apariciones que ya es aparición constituida. Ella es, por tanto, merced al yo (o a la intuición yoica originaria) ---lo que naturalmente no quiere decir: por el caprichoso arbitrio del yo.