I2 (55) - Hua IV 216

Betrachten wir nun die Verhältnisse des Subjekts zu seiner 5Umwelt als der von ihm gesetzten Welt, zu der nicht bloß Realitäten, sondern z.B. auch Gespenster gehören können, und nehmen wir es zunächst wiederum als einziges Subjekt, als solipsistisches: dann finden wir eine Fülle von Beziehungen zwischen den gesetzten Objekten und dem "geistigen"10 Subjekt, wie wir das Subjekt der Intentionalität jetzt nennen, die im bezeichneten Sinne Beziehungen zwischen dem als Realität Gesetzten und dem setzenden Ich sind, aber nicht reale Beziehungen, sondern Subjekt-Objekt-Beziehungen. Dahin gehören Beziehungen subjektiv-objektiver15 "Kausalität", einer Kausalität, die nicht reale Kausalität ist, sondern einen völlig eigenen Sinn hat: den der Motivationskausalität.
I2 (55) 263 - Hua IV 216

Consideremos las relaciones del sujeto hacia su mundo circundante en cuanto el mundo puesto por él, al cual pueden pertenecer no meramente realidades, sino también, por ejemplo, espectros, y lo tomamos de nuevo ante todo como sujeto único, como solipsista: hallamos entonces una plétora de referencias entre los objetos puestos y el sujeto "espiritual", como llamamos ahora al sujeto de la intencionalidad, las cuales son, en el sentido designado, referencias entre lo puesto como realidad y el yo ponente, pero no referencias reales, sino referencias-de-sujeto-objeto. A ellas pertenecen referencias de la "causalidad" subjetivo-objetiva, una causalidad que no es causalidad real, sino que tiene un sentido completamente propio: el de la causalidad de motivación.